Por Fidias Omar Díaz
Un monumento es toda obra, arquitectónica o
escultórica, de valor histórico o artístico, destinada a recordar
personajes o hechos de gran significado. Desde el siglo XX, el concepto
de monumento se extendió a lugares o hechos de especial valor, un objeto
que gana importancia y significado para toda sociedad y testimonio de
su historia y tradiciones.
Impotencia y nostalgia entre barahoneros, ante monumentos o símbolos
deteriorados o en desaparición: el cañón restaurador; el derribado
edificio de madera, donde se alojó el apóstol de la libertad de Cuba,
José Martí; la deteriorada casa donde nació y vivió Casandra Damirón;
solar en calle Candelario de la Rosa (antigua Santomé) esquina Mella,
donde nació y vivió su niñez Sagrario Ercira Díaz, entre otros.
Lamentable la actitud antihistórica de eliminar los nombres de las
calles Restauración y Batalla de Santomé. Triste la desaparición de las
únicas salas de cine-teatro (Ercilia, Unión y Baoruco). Algún día
abrirán en honor a María Montez y a Casandra Damirón.
Entre los monumentos: El edificio del cabildo con el reloj público,
que repite cada hora a los 2 minutos, «porque a los barahoneros hay que
repetirles las cosas»; la plazoleta de Duarte con su busto; la erigida
estatua de Casandra Damirón; el aeropuerto María Montez; la Iglesia
Catedral; el busto de Gregorio Luperón; el Ingenio Barahona; el edificio
del Cuerpo de Bomberos; el río Yaque del Sur; la Ciudad Universitaria
del CURSO-UASD; lugares turísticos como monumentos naturales, parques
Central, Infantil y Baoruco; el simbólico Arco de Triunfo y su área
histórica, y la Colina Magnética.
En proyecto: edificio con mausoleo para los restos de María Montez;
el busto de Enriquillo y el busto de la mártir estudiantil barahonera
Sagrario Ercira Díaz Santiago, cuyos recursos se están recaudando a
través del «Comité Barahonero Pro-Busto de Sagrario».