POR DARIO POZO RUZ
Desde España para Ecos del Sur
En los doce últimos años he tenido ocasión de constatar la imprevisión y la falta de actuaciones bien planificadas en el área ambiental de la costa sur caribeña de la República Dominicana.
Situaciones conflictivas como el “abandono por parte de las autoridades marítimas” del petrolero Konstantino en una playa de Isla Beata frente a la costa de Pedernales.
Como miembro del Centro de Estudios Ambientales de Castilla La Mancha ( CEAM - España) fundé el CEAM DOMINICANO con el apoyo de ciudadanos de Paraíso ( Barahona) y de un residente italiano de Ojeda...
En poco mas de una año y sin ningún apoyo, ya estábamos trabajando con voluntarios alemanes ( GIZ ) y japonés ( JICA ) con la población juvenil de Paraíso, hasta conseguir este año la habilitación preceptiva del Ministerio Dominicano de Medio Ambiente.
Sin embargo se acumularon experiencias muy decepcionantes que en mi caso motivaron el retorno a España, con un gran sentimiento de pesar e impotencia al constatar que la temática ambiental no interesa y que además, molesta a cuantas entidades con “pedigrí” pretenden tener el monopolio de una actividad financiadora de sus burocracias o de su clientelismo con los poderes locales o nacionales.
En estas mismas páginas he tenido que manifestar varias veces – ante el silencio cómplice de “ciertos ecologistas” la falta de compromiso efectivo de quienes disfrazan sus propósitos con calificativos ambientales falsos puesto que su fundamental propósito es protagonizar acciones sin ir al fondo de las situaciones impactantes.
En la zona solo encontramos una institución muy prestigiosa: Grupo Jaragua conocido por sus aportaciones en investigaciones , actividades formativas y protección de la biodiversidad.
Pero problemas ambientales existen y son muy importantes:
• Descargas de aguas fecales directamente al mar, con su carga de microorganismos, tóxicos orgánicos, aguas residuales deficientemente tratadas ( cuando se tratan, pues incluso hay centrales que no han llegado a funcionar ), metales pesados, petróleos, grasas y aceite... ( recordando siempre el Konstantino y sus pérdidas contaminantes que siempre denunciábamos) debidamente “adornadas” con basura plástica, envases, telas, residuos, etc.
• Unido al riesgo real, tanto a medio como largo plazo, del incremento de la sobre elevación del nivel mar por un incontrolado cambio climático que no se quiere reconocer.
• Ejecutar políticas preventivas evitarían hacer el ridículo ante situaciones como las producidas por el último temporal en Barahona que afectaron a una obras de infraestructura turística que no tenía en cuenta riesgo alguno en situaciones de mar gruesa.
• Proteger los ecosistemas costeros exige que todas las actividades económicas que se ejecutan en la costa sean sustentables, por lo que la ausencia de una política ambiental compromete vivamente nuestra credibilidad internacional.
• La crisis mundial que afecta gravemente a España dificulta la pervivencia de programas como ARAUCARIA, que muchos pensamos se aplicaban mas a satisfacer inquietudes laborales que efectivas acciones evaluables. ( las ONG españolas tenemos que exigir auditorías de cara a futuras cooperaciones mas eficaces ).
• Los Protocolos de Fuentes y Actividades Terrestres de Contaminación Marina (Protocolo FTCM) y demás Convenios firmados por los representantes gubernativos no pueden convertirse en papel mojado.
• Instituciones internacionales (¿PNUMA, PNUD?) han confiado demasiado en la gestión de sus representantes locales – a mi juicio – barriendo mas en la defensa de intereses locales en muchas ocasiones mas que en la aplicación de sus estrategias supranacionales.
• La eutrofización y el incremento observable del daño al paisaje, no solo pone de manifiesto la pérdida de calidad de todos nuestros ecosistemas marinos y costeros, que afecta gravemente a la huida de unos ingresos posibles por turismo y pesca.
• La inseguridad e indefensión de turistas se constatan continuamente en las noticias de Ecos del Sur y prensa nacional.
• El zancadilleo a iniciativas importantes, presentes en la zona, solo se explican por comportamientos chovinistas que también hemos denunciado hasta la saciedad.
Lo que se haga en estos próximos cuatro años coincidiendo con el avance de la problemática que genera el deshielo de la Antártida, desde el avance en la emisión de gases contaminantes, minerías insostenibles, con mayores crecimientos de la concienciación ambiental, es fundamental para que sigamos confiando en un porvenir mejor como pueblo.