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lunes, 20 de mayo de 2013

JIMANI: Lago Enriquillo podría bajar de nivel

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JIMANI.- Cuando los pobladores de la zona de influencia del lago Enriquillo empezaron a observar, en 2004, que el lago estaba aumentando su nivel, nunca pensaron que sería un proceso que se prolongaría por casi una década. Ya anteriormente habían visto subir y bajar sus aguas, pero desde el 2004 su nivel se ha incrementado sin parar.

En cada año transcurrido, los daños causados por el gran lago de las Antillas han sido más devastadores.  Primero sus aguas ocuparon áreas cultivables y carreteras; luego iniciaron la amenaza de zonas habitadas, a tal punto que se reclama la reubicación de todo el poblado de Boca de Cachón.

Mientras las localidades afectadas esperan las acciones del Gobierno, dos prestigiosas universidades locales avanzan en sendas investigaciones para determinar, a través de métodos científicos, las razones de la elevación de las aguas del lago localizado en la parte más baja de la Hoya Enriquillo.

La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) tiene en curso la investigación Modelación de los Procesos Geodinámico e Hidrodinámico del Lago Enriquillo a partir de datos Geocronológicos obtenidos con Técnicas Analíticas Nucleares, a cargo del investigador Ramón Delanoy.

Este catedrático del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias, junto a un equipo, analiza los sedimentos para determinar de dónde proviene el agua que ha estado alimentándolo.

En tanto, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) investiga el mismo fenómeno con el apoyo del City College de Nueva York (CCNY) y de la National Science Foudnation (NSF) de los Estados Unidos, tomando como variables fundamentales información climática como la temperatura, el punto de rocío y las precipitaciones. Ambas investigaciones reciben financiamiento del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt). 

Estudio de la UASD

Los niveles del lago podrían comenzar a bajar este año si no ocurren eventos hidrológicos extraordinarios, ha reiterado Delanoy, quien llegó a esa conclusión a partir de la comparación de datos históricos.

“Los cambios climáticos en la región tropical en los últimos 50 años, según estudio de la NOAA, han estado ligados a los fenómenos climáticos de La Niña y El Niño. Los datos históricos muestran que el lago en otras ocasiones había alcanzado áreas similares y que después de un periodo aproximado de 10 años (Niña-Niño) había disminuido, lo que quiere decir que el lago ha cambiado el área de ocupación en otros tiempos y que este fenómeno ha estado influenciado por las fluctuaciones climáticas de la región del Atlántico”, ha indicado en un informe de la investigación en curso.

Respecto a las variables que monitorea, indica que los análisis de los sedimentos revelan que las aguas que lo han estado alimentando provienen de fuentes subterráneas y no del río Yaque del Sur. Esa conclusión la fortalece con la observación de lo que viene ocurriendo en las lagunas de Limón y de Cabral, que si bien no reciben agua del referido afluente también han estado expandiendo su territorio.