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POR JOSE ANTONIO MATOS
Para Ecos del Sur
Verificando en el día de hoy, los trabajos del Aliviadero de Canoa, sentimos satisfacción por el movimiento de tierras y corte de zanjas, además de un importante incremento en los equipos de trabajos para los fines, a pesar de que nuestros deseos y recomendaciones han sido una mayor celeridad en los trabajos, a fin de que entre en uso la derivación de aguas por él hacia la bahía de Neiba en la próxima temporada ciclónica.
Comprendemos las limitaciones económicas que ha confrontado el actual gobierno, producto del estado de convalecencia en que recibieron las finanzas, habrá ya más de 8 meses, además de la presión mediática con que se han expresado técnicos especializados en el área medio ambiental, que llevó la confusión y la incredulidad a buena parte del país, sobre la importancia capital de este sistema de derivación de aguas, los nuevos gobernantes, en parte, no fueron ajenos a esa confusión, lo cual sufrimos en meses ó semanas de acción.
Similar presión observamos hoy día, en contra de la necesaria carretera Cibao-sur, con que se conseguiría el verdadero encuentro permanente Norte-Sur, lo han hecho, en base a un ecologismo que no expresan en otras partes fundamentales y neurálgicas del país, no lo han expresado, ni En “loma Miranda”, ni en “las tres palmas”, donde la explotación de oro, podrá terminar siendo lo más beneficiosa, económicamente, pero siempre dañina a la ecología, creará más daño que el que produciría el paso de la única comunicación verdadera entre Santiago de los Caballeros y San Juan de la Maguana, los de esta última, se compensan y casi se eliminan con acciones del hombre y el envenenamiento de la nación al través de los cianuros no se revierten, así de sencillo.
Saludamos además los pronunciamientos del ingeniero Pedro Peña Rubio en un programa de televisión este viernes, donde dio declaraciones incontrovertibles sobre la problemática de las inundaciones del valle de Neiba y la norma de soluciones puestas en acción, le felicitamos por haberse empleado a fondo en el entendimiento de la problemática, causas-efectos-solución, sus planteamientos, que son los del gobierno ya, nos permiten decirle con el sentimiento del deber cumplido, al ingeniero David Vólquez, Julio Fernández y demás miembros del “comité de defensa del lago Enriquillo”, que nuestra lucha no ha sido en vano.
Escuchar al ingeniero Peña Rubio explicar de manera contundente y clara que al paso del huracán “George”, ( 23 de septiembre 1998), hacia la Bahía de Neiba, pasó tanta agua procedente del río Yaque del Sur y sus afluentes, entre ellos, agregamos nosotros, las de las presas en desborde, que además de inundar las poblaciones aledañas, se llevó el puente existente, lo que dio pié más adelante, en el período gubernamental 2000-2004 a la construcción del portentoso puente de Canoa (con capacidad de flujo de 5,000 metros cúbicos por segundo bajo si)
Esas escorrentías, que sedimentaron todo a su paso, invirtieron la pendiente del aliviadero al mar, el curso del río, además de Tamayo y todas las poblaciones al lado y aguas abajo, destruyendo también, el sistema de derivación de aguas al mar, para de ahí en lo adelante, los excesos de Noel, Olga, Tomás, Emily, Irene, Isaac, Sandy y todos los aguaceros que debían ir al mar, en un 75%, están aposentadas en las arcas del Lago Enriquillo, es la explicación más clara de la crecida del mismo, en alrededor de 200 kilómetros cuadrados y una altura vertical más, de más de 21 metros.
Comprendemos las limitaciones económicas que ha confrontado el actual gobierno, producto del estado de convalecencia en que recibieron las finanzas, habrá ya más de 8 meses, además de la presión mediática con que se han expresado técnicos especializados en el área medio ambiental, que llevó la confusión y la incredulidad a buena parte del país, sobre la importancia capital de este sistema de derivación de aguas, los nuevos gobernantes, en parte, no fueron ajenos a esa confusión, lo cual sufrimos en meses ó semanas de acción.
Similar presión observamos hoy día, en contra de la necesaria carretera Cibao-sur, con que se conseguiría el verdadero encuentro permanente Norte-Sur, lo han hecho, en base a un ecologismo que no expresan en otras partes fundamentales y neurálgicas del país, no lo han expresado, ni En “loma Miranda”, ni en “las tres palmas”, donde la explotación de oro, podrá terminar siendo lo más beneficiosa, económicamente, pero siempre dañina a la ecología, creará más daño que el que produciría el paso de la única comunicación verdadera entre Santiago de los Caballeros y San Juan de la Maguana, los de esta última, se compensan y casi se eliminan con acciones del hombre y el envenenamiento de la nación al través de los cianuros no se revierten, así de sencillo.
Saludamos además los pronunciamientos del ingeniero Pedro Peña Rubio en un programa de televisión este viernes, donde dio declaraciones incontrovertibles sobre la problemática de las inundaciones del valle de Neiba y la norma de soluciones puestas en acción, le felicitamos por haberse empleado a fondo en el entendimiento de la problemática, causas-efectos-solución, sus planteamientos, que son los del gobierno ya, nos permiten decirle con el sentimiento del deber cumplido, al ingeniero David Vólquez, Julio Fernández y demás miembros del “comité de defensa del lago Enriquillo”, que nuestra lucha no ha sido en vano.
Escuchar al ingeniero Peña Rubio explicar de manera contundente y clara que al paso del huracán “George”, ( 23 de septiembre 1998), hacia la Bahía de Neiba, pasó tanta agua procedente del río Yaque del Sur y sus afluentes, entre ellos, agregamos nosotros, las de las presas en desborde, que además de inundar las poblaciones aledañas, se llevó el puente existente, lo que dio pié más adelante, en el período gubernamental 2000-2004 a la construcción del portentoso puente de Canoa (con capacidad de flujo de 5,000 metros cúbicos por segundo bajo si)
Esas escorrentías, que sedimentaron todo a su paso, invirtieron la pendiente del aliviadero al mar, el curso del río, además de Tamayo y todas las poblaciones al lado y aguas abajo, destruyendo también, el sistema de derivación de aguas al mar, para de ahí en lo adelante, los excesos de Noel, Olga, Tomás, Emily, Irene, Isaac, Sandy y todos los aguaceros que debían ir al mar, en un 75%, están aposentadas en las arcas del Lago Enriquillo, es la explicación más clara de la crecida del mismo, en alrededor de 200 kilómetros cuadrados y una altura vertical más, de más de 21 metros.
