POR YOBANNY DE LEON PEREZ
Artículo enviado a Ecos del Sur.
La violencia verbal contra la mujer está en todo los estamentos de la sociedad, no solamente proviene del esposo o compañero consensual sino también de personas particulares que no tienen ninguna relación directa con la mujer.
Recientemente, algunos medios escritos difundieron a todo lo alto las declaraciones del Procurador general de la Republica Lic. Francisco Domínguez Brito, cuando manifestó que todos los hombres que vayan en busca de mujeres prostitutas en compra de sexo a los prostíbulos serán apresados, sometidos a la justicia por proxenetismo y quedaran fichados.
Emplear el término prostitutas es muy denigrante para aquellas mujeres que son solo trabajadoras sexuales, es vejatorio y atenta contra la dignidad de esas mujeres.
El Procurador General es el funcionario de mayor categoría del ministerio público, debe dar el ejemplo a los demás de no usar ese término denigrante de prostitutas, pudiendo haberse dirigido de un modo más apropiado protegiéndoles sus dignidades.
Es justo recordarle al Magistrado Domínguez Brito, que la dignidad debe ser resguardada a todas personas, en virtud que la palabra dignidad en nuestra carta magna, (Constitución de la Republica), el legislador le ha dado una importancia capital de tal modo que este término aparece en nuestra constitución (11), veces.
La expresión de prostitutas mal usadas no solo afectas a las mujeres que realizan los trabajos sexuales, sino también a sus hijos que sufren de igual forma esos vejámenes, debemos resaltar como ya es conocido que el abuso verbal es la forma más común del “maltrato emocional”, es el tipo de abuso mas disimulado y aceptado por la sociedad.
Al parecer, este funcionario no uso el término lingüístico o técnico adecuado para referirse a estas mujeres, pues este debió en vez de estar implementando estas medidas que no resolverán nada, debería dedicarse a diseñar y ejecutar una política orientada a disminuir el alto índice de violencia que existe contra la mujer
