El desbalance de fuerzas garantizaba un fracaso bélico inmediato, pero la chispa sería lo suficientemente viva y fuerte como para prender el patriotismo que garantizaría el éxito más temprano que tarde.
Los valientes que el 14 de junio de 1959 desembarcaron por Constanza, Maimón y Estero Hondo para desafiar la dictadura de Rafael Trujillo tenían como riesgo calculado cada detalle de la suerte que correrían, pero el peligro no fue freno para su firme patriotismo.
Poco menos de dos años después de esa gesta gloriosa, Trujillo caía abatido y el régimen criminal de 31 años que encabezó se desplomó como castillo de arena abatido por las olas.
Poco menos de dos años después de esa gesta gloriosa, Trujillo caía abatido y el régimen criminal de 31 años que encabezó se desplomó como castillo de arena abatido por las olas.
La chispa que brilló en Constanza, Maimón y Estero Hondo, un día como hoy, sí que prendió el patriotismo y dio bríos a la marcha hacia la conquista de la democracia.
Paguemos con nuestra admiración y respeto la deuda de gratitud que tenemos con los héroes del 14 de junio.