POR LUS NEY SUYERO
Artículo enviado a Ecos del Sur
El conflicto surgido entre los transportistas Arsenio Quevedo y Manuel Antonio Mateo (El toro), por el control de una parada de guagua de nombre Transporte del Valle, ha llegado al límite de tolerancia en esta ciudad.
Decimos que la policía en San Juan está convertida en un relajo de los transportistas mencionado, porque ahora resulta que existen tres dotaciones policiales en esta localidad.
Una en la calle Independencia, la principal, donde esta situada la Dirección Regional Oeste, otra en la calle 16 de Agosto y la tercera en la Duarte, ante la mirada indiferente de las autoridades del gobierno de turno, quienes se han hecho de la vista gorda ante la situación generada por ese lío de la referida parada o terminal de guagua.
Rasos, alistados y oficiales de la Policía Nacional, como es una lógica, no pueden hablar ante la prensa, porque están recibiendo ordenes superiores, han manifestado que han llegado al cansancio por ese relajo de Quevedo y Mateo, al tener que permanecer allí casi 24 horas, en “nada de nada”.
El Director de la Oficina Técnica de Tránsito Terrestre (OTTT), señor Héctor Mojica, ha sido irresponsable, ya que no ha tenido una decisión como autoridad, de decir quién tiene la razón en el conflicto surgido en esta región Sur, con respeto a dicha parada.
Tenemos un contingente de la Policía permanente en ambas terminales de guagua, con un patrullaje fijo, mientras la ola de robo se incrementa en San Juan.
Recientemente, desconocidos robaron en la Farmacia San Juan, a penas a dos esquinas de la Dirección Regional Oeste de la Policía y el general Nelson Peguero Paredes, tampoco da la cara en ese conflicto, así como el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, quien es mudo ante la situación, en la tierra del presidente Danilo Medina.
¿Y ahora, quién podrá defendernos? ¿El Chapulín colorado?
Decimos que la policía en San Juan está convertida en un relajo de los transportistas mencionado, porque ahora resulta que existen tres dotaciones policiales en esta localidad.
Una en la calle Independencia, la principal, donde esta situada la Dirección Regional Oeste, otra en la calle 16 de Agosto y la tercera en la Duarte, ante la mirada indiferente de las autoridades del gobierno de turno, quienes se han hecho de la vista gorda ante la situación generada por ese lío de la referida parada o terminal de guagua.
Rasos, alistados y oficiales de la Policía Nacional, como es una lógica, no pueden hablar ante la prensa, porque están recibiendo ordenes superiores, han manifestado que han llegado al cansancio por ese relajo de Quevedo y Mateo, al tener que permanecer allí casi 24 horas, en “nada de nada”.
El Director de la Oficina Técnica de Tránsito Terrestre (OTTT), señor Héctor Mojica, ha sido irresponsable, ya que no ha tenido una decisión como autoridad, de decir quién tiene la razón en el conflicto surgido en esta región Sur, con respeto a dicha parada.
Tenemos un contingente de la Policía permanente en ambas terminales de guagua, con un patrullaje fijo, mientras la ola de robo se incrementa en San Juan.
Recientemente, desconocidos robaron en la Farmacia San Juan, a penas a dos esquinas de la Dirección Regional Oeste de la Policía y el general Nelson Peguero Paredes, tampoco da la cara en ese conflicto, así como el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, quien es mudo ante la situación, en la tierra del presidente Danilo Medina.
¿Y ahora, quién podrá defendernos? ¿El Chapulín colorado?