POR HUMBERTO BAEZ
Para ECOS DEL SUR
El desarrollo de los pueblos especialmente el nuestro, ha transcurrido de una u otra forma con momentos estelares, los escenarios siempre están presentes lo importante, son los protagonistas la gente.
Las personas que se aglutinan para interactuar en diferentes actividades, deportivas y culturales, políticas y de otro orden.
Anteriormente en las Escuelas Públicas, nosotros los estudiantes sabíamos nuestros deberes, responsabilidades y derecho. Lo principal era la obligación de estudiar y respetar a nuestros maestros, En esto ningún estudiante se podía equivocar, so pena de ser severamente castigado por sus padres.
Los que no tuvimos el privilegio de estudiar en colegios, en Barahona y mucho menos en el interior del país, lo hicimos siempre en las Escuelas Públicas desde la primaria hasta el bachillerato.
El principal activo era el “Maestro” no importaba mucho, si la Escuela estaba Frente al Mercado Público, en el local del plantel de la Escuela Leonor Fertz, el antiguo local de la vieja normal del Malecón, frente al parque infantil, El local del patronato San Rafael, (Sede de la Quinta Brigada del Ejército Nacional), o el local de Doña María Yapur, en la calle Jaime Mota, con Apolinar Perdomo .Los menciono porque los estudiantes de esa época, con frecuencia nos sometían a mudanzas de local, con serios inconvenientes.
La anegada y recordada Doña Candé que alfabetizó a una gran mayoría. Los respetados profesores, Don Alejandro Lebreault, Don Pedro Vargas, Don Arcadio Encarnación, Don Lauro Santana, Don José A, Robert. Doña Sahara de González, Doña Carmen de Franco, Doña Elcira Feliz, los Pelaéz (Virgilio, Milagrios, Nini, Amílcar), Doña Elsa Bidó. Doña M-Beltré, Solirio Padilla, Agustina Fernández, la profesora Lassis, Flor Mota , Anglero ,Magiolo, todos y todas, aunque se me quede alguno son verdaderos “Iconos de la enseñanza en las Escuelas Pública de Barahona,” nuestro agradecimiento eterno. Los Beneficiarios de estos esfuerzos fuimos los buenos y destacados profesionales que supimos aprovechar esta oportunidad. Para suerte nuestra esta enseñanza era gratuita los estudiantes, apenas con centavos en el Recreo.
Teníamos, para un Frio de Pantaleón ó Maria. - Un Cami-Comi, un pastelito de los que vendía Pasón, ó de Hoja, en el peor, caso un Jalao, Bombón, Pan de Batata, ó maní de los mudos. De verdad a pesar de la precariedad, todos fuimos muy felices, teníamos grandes amigos, la Escuela nos gustaba, acudíamos caminando para puntualmente a las 8 a.m. enhestar la Bandera Dominicana, símbolo de nuestro patriotismo reverencia y respeto. Cantábamos y sabíamos todos nuestro glorioso Himno Nacional.
El Himno de la Escuela, de la Bandera,,,ect. No conocimos la huelga de ningún tipo. Los textos los cambiábamos entre nosotros. El desayuno escolar nunca intoxico a nadie. El uniforme de Kaki, siempre, con mucho almidón, solo la corbata negra para la primaria y color “Kaki”, para la secundaria.
Teníamos Bastón Ballet, fruto de las recaudaciones que hacíamos de los aportes de comerciantes. La disciplina Deportiva (Profesor Bdo. Pelaez) siempre estaba presente. Moral Y Cívica, Música. Para la hembras la Escuela de labores Domesticas, (Con la Profesora Doña Elena) los varones teníamos que asistir a Escuela de Manualidades (Profesor Lassis).
Finalmente cuando venia el Inspector de Educación Profesor Lic. Humberto Monsanto para la visita de inspección, tanto estudiantes como profesores pasábamos la (INSPECCION). Hagan Uds. amigos lectores el Simil.