POR GREGORIO ARIAS CARRASCO
Para ECOS DEL SUR
Doña Carmen Acosta fue una distinguida mujer que toda su vida la dedicó a los trabajos de su hogar era una persona que tenía mucha Amistad, pues nunca tuvo inconvenientes con nadie por eso a la hora de su muerte el pueblo entero sintió la perdida de esa distinguida mujer.
Como es de bien conocido cuando las personas llegamos a cierta edad comienza los achaques propios de que la vejez o está cerca o ha llegado, tenía doña Carmen más o menos sesenta años cuando se presenta al pueblo un médico naturalista. Ese facultativo de la medicina empezó a recetar productos y plantas naturales a todos los visitantes.
Doña Carmen decide hacerle una visita haber si le quita algunos dolores musculares. El médico le receta varios té y ciertos baños, transcurrido una semana a doña Carmen sólo le hacía falta la cola de caballo para inicial su tratamiento, pues con tijera en manos decide visitar a su compadre Wenceslao y le dice! compadre excúseme ya no tengo a donde acudir necesito que usted me regale un poco de la cola de su caballo para yo hacer un remedio ! Wenceslao un criador de caballos y otras especies, pero tenía muchísimos conocimientos de la naturaleza le pregunta? comadre y quien le dio ese remedio ?
Oh compadre el médico que llegó hace como diez días, el compadre arranca con una fuerte carcajada y le dice! hay comadre por eso cuando yo llego a los potreros encuentros los caballos sin colas es que no se trata de ese tipo de cola de caballo! entonce doña Carmen le dice a su compadre! compadre usted me conoce yo soy una mujer seria y por eso he venido donde usted con la tijera para seas usted quien me la de entonce que tipo de cola de caballo es ! el compadre le explicó cual era la cola de caballo y ella sale a su casa diciendo Dios mío mientras uno mas vive mas sabe , mañana voy al Mercado de Barahona a comprar la cola de caballo.
