POR FREDY E. PEREZ ESPINOSA
Para ECOS DEL SUR
Ha raíz de la sentencia 168-13 evacuada por el TC, una serie de “patriotas” de nuevo cuño han abrazado la bandera del patriotismo y la soberanía nacional. De verdad, que no sé de donde le ha nacido este amor por la patria de Duarte y Luperón, ya que, de acuerdo a las informaciones de dominio público, siempre han servido a las peores causas.
Hoy, este grupito de falsos paladines, se presentan ante la Nación como los salvaguardas de la nacionalidad dominicana. Se creen referentes obligados, muy malos, por cierto, cuando se trata de temas relacionados con la defensa del interés nacional.
Estas personas piensan, y ellos mismos se lo creen, que tienen un peso específico determinante sobre la conciencia nacional. Se han creído que tienen un poder etéreo, subliminal y sobrenatural que los sitúa por encima del bien y del mal; sólo comparable con el Creador.
Conocidas las atrocidades cometidas durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, lo mismo que los actos denigrantes contra la dignidad humana acontecidos en el País, luego del ajusticiamiento de este monstruo, uno tiene obligatoriamente que preguntarse si estas personas, que se autodefinen hoy como patriotas, estaban del lado pueblo o eran parte de sus verdugos.
He investigado y obtenido la información del papel que desempeñaban estos siniestros personajes hasta 1961; pero me gustaría saber si acompañaron a Manuel Aurelio Tavárez Justo en 1963, cuando éste tomó las montañas en defensa del orden democrático mancillado por un golpe de estado; también, me gustaría saber si defendieron la soberanía nacional en 1965, al igual que Francisco Alberto Caamaño Deñó y Rafael Fernández Domínguez.
Claro que no, pues ellos no son de esa estatura, ya que son caricaturas de patriotas que lo único que saben hacer es dar declaraciones a los medios de comunicación y beneficiarse de las mieles del poder. Lo hicieron durante la dictadura de Trujillo, en la etapa post trujillista y lo siguen haciendo en la actualidad.
Pero, ¿cómo han podido estos dinosaurios trujillistas adaptarse a la realidad de la sociedad dominicana de hoy? Muy fácil, evolucionando y haciendo uso de un mecanismo automático que poseen muchos animales llamado mimetismo. Son verdaderos camaleones evolucionados difíciles de atrapar, que viven tranquilos a la sombra del poder, sin el cual no existirían.
El Congreso Nacional y el Presidente de la República tienen y deben tomar las decisiones que más convenga a los intereses de la Patria y hacer caso omiso de las voces agoreras que quieren meter al País en un callejón sin salida, con un patriotismo trasnochado, tal y como está ocurriendo con la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.
El autor es Licenciado en Educación de la UASD
Para contactos:elegidoprimero@hotmail.com
Para ECOS DEL SUR
Ha raíz de la sentencia 168-13 evacuada por el TC, una serie de “patriotas” de nuevo cuño han abrazado la bandera del patriotismo y la soberanía nacional. De verdad, que no sé de donde le ha nacido este amor por la patria de Duarte y Luperón, ya que, de acuerdo a las informaciones de dominio público, siempre han servido a las peores causas.
Hoy, este grupito de falsos paladines, se presentan ante la Nación como los salvaguardas de la nacionalidad dominicana. Se creen referentes obligados, muy malos, por cierto, cuando se trata de temas relacionados con la defensa del interés nacional.
Estas personas piensan, y ellos mismos se lo creen, que tienen un peso específico determinante sobre la conciencia nacional. Se han creído que tienen un poder etéreo, subliminal y sobrenatural que los sitúa por encima del bien y del mal; sólo comparable con el Creador.
Conocidas las atrocidades cometidas durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, lo mismo que los actos denigrantes contra la dignidad humana acontecidos en el País, luego del ajusticiamiento de este monstruo, uno tiene obligatoriamente que preguntarse si estas personas, que se autodefinen hoy como patriotas, estaban del lado pueblo o eran parte de sus verdugos.
He investigado y obtenido la información del papel que desempeñaban estos siniestros personajes hasta 1961; pero me gustaría saber si acompañaron a Manuel Aurelio Tavárez Justo en 1963, cuando éste tomó las montañas en defensa del orden democrático mancillado por un golpe de estado; también, me gustaría saber si defendieron la soberanía nacional en 1965, al igual que Francisco Alberto Caamaño Deñó y Rafael Fernández Domínguez.
Claro que no, pues ellos no son de esa estatura, ya que son caricaturas de patriotas que lo único que saben hacer es dar declaraciones a los medios de comunicación y beneficiarse de las mieles del poder. Lo hicieron durante la dictadura de Trujillo, en la etapa post trujillista y lo siguen haciendo en la actualidad.
Pero, ¿cómo han podido estos dinosaurios trujillistas adaptarse a la realidad de la sociedad dominicana de hoy? Muy fácil, evolucionando y haciendo uso de un mecanismo automático que poseen muchos animales llamado mimetismo. Son verdaderos camaleones evolucionados difíciles de atrapar, que viven tranquilos a la sombra del poder, sin el cual no existirían.
El Congreso Nacional y el Presidente de la República tienen y deben tomar las decisiones que más convenga a los intereses de la Patria y hacer caso omiso de las voces agoreras que quieren meter al País en un callejón sin salida, con un patriotismo trasnochado, tal y como está ocurriendo con la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.
El autor es Licenciado en Educación de la UASD
Para contactos:elegidoprimero@hotmail.com