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viernes, 14 de marzo de 2014

OPINION: El Gobierno de Danilo pone sus ojos en la región Sur

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El Gobierno del presidente Medina está demostrando, con acciones positivas, ponerle sus ojos al atraso de la región Sur; sus inversiones en la cuenca del Lago Enriquillo son notables para devolverle las esperanzas a los habitantes aterrorizados por el avance indetenible de sus aguas.

La finalización del nuevo pueblo de Boca Cachón, con todas sus obras conexas de carreteras, canales, asentamientos, acueductos y electricidad, le asegura a esa pobre masa humana un cambio de sus condiciones, y a la vez, asegurarle un sustento mientras se aguarda que las aguas del lago retrocedan y desciendan hasta los niveles acostumbrados de los 40 metros por debajo del nivel del mar.

Todos esos trabajos se ven reforzados por la visible mejoría en las carreteras en torno al lago, y lo que se está llevando a cabo en la ruta de Azua a Barahona, en especial con la corrección de pendientes y ancho de vía en el tramo de los Cuatro Vientos.

Prosiguiendo con esa mejoría de la infraestructura, está el inicio de la construcción de la presa de Monte Grande, que sin duda se convertirá en un regulador a largo plazo del nivel del lago Enriquillo, aparte que incorporará a la producción miles de tareas que, salinizadas ahora, permanecen ociosas aun cuando una vez fueron productoras de caña de azúcar para el ingenio Barahona.

Con el mejoramiento vial se construye la avenida circunvalación sur de Azua para eliminar el tedioso cruce de la ciudad de Compostela, con su proliferación de actividades comerciales y el atascamiento inevitable para cruzar la ciudad.

Sin embargo, siguiendo la lógica del uso de los recursos y el procedimiento técnico de rigor, se imponía que primero se construyera la circunvalación a Baní, cuyas estrechas calles Máximo Gómez y Presidente Billini, se han convertido desde hace años en un verdadero martirio para atravesar la tierra de Máximo Gómez, que a cualquier hora retrasa el desplazamiento por más de media hora, con el consecuente alza de consumo de combustible y encarecimiento de los fletes.

Desde hace años, se mantuvo una polémica entre los partidarios de que esa nueva vía para Baní fuera por el sur o por el norte, ofreciendo cada parte interesada las ventajas de una y de otra, hasta que finalmente prevaleció la sensatez, tanto humana como técnica, de que el trazado debe ser por el norte de la ciudad, ya que existen condiciones naturales por el tipo de terreno y no se afectan los terrenos valiosos del lado sur de la ciudad, preñados de cultivos que promueven la riqueza del valle de Peravia. Además el sitio norteño, donde iría el nuevo puente sobre el río Baní, sería una estrecha garganta con sólidos cimientos en roca, así como para el otro puente sobre el arroyo Güera.

El trazado por el lado norte tendría una longitud de 12.5 kilómetros, se iniciaría a unos dos kilómetros del este de Paya, desecharía esa comunidad por el lado norte y concluiría en Guazuma para empalmar con la carretera Sánchez, con tan solo dos pasos a desnivel, aparte de los caracoles de acceso de entrada y salida de esa avenida, sin afectar urbanizaciones ni siembras productivas como las que abastecen al mercado capitaleño y del exterior.

Un trazado por el lado sur tiene grandes inconvenientes que lo descartan de inmediato, ya que se afectaría el desarrollo de la población con sus urbanizaciones, que abarcan a comunidades que antes eran rurales o fincas, como lo son Boca Canasta, El Llano, Mata Gorda, Paya, Sombrero y El Cañafistol.

Además sería necesario construir un terraplén de un relleno costoso para elevar la rasante de la vía para que se pueda atravesar el río Baní, que en esa zona es un terreno de aluvión y habría que hincar pilotes a grandes profundidades para asegurar la estabilidad del puente, aparte de que ese relleno se convertiría, en caso de huracanes, en una represa para la ciudad que estaría al norte de esa vía y actuaría como un embalse que inundaría todo lo que exista en el área del pueblo y sus alrededores, destruyendo lo que tantos años de sacrificio le ha costado a los banilejos construir, para estar orgullosos de su ciudad con 250 años de fundada.
Tomado de: Ocoa Informativa