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viernes, 14 de marzo de 2014

OPINION: Los mártires del Estero (Cuarta Parte).

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POR JOSE ALCANTARA
Para ECOS DEL SUR

El domingo 15 de marzo, se realiza en la capital dominicana una enorme concentración antireeleccionista encabezada por el PRD, pero con la participación activa del Movimiento Popular Dominicano (MPD), quien con miles y miles de banderas rojas y negra engalanaba esa formidable concentración de masas. La participación de los Barahoneros en el puente de la calle 17 de la capital fue destacada por los medios de la época.

 . Esa misma noche, a las 7:30 es colocada la poderosa bomba que un comando revolucionario había llevado directamente a la casa de la Confidente policial Estelín y colocada en la pared contigua a su habitación. Los miembros del comando, fuertemente armados de fusiles y pistolas encendieron la mecha a sabiendas de que la chivata estaba en ese lugar. La misma estaba programada para  que explosionara  a las 8 de la noche. Media hora después se escucha una poderosa explosión en toda la ciudad de Barahona. Fue tan grande el estruendo que la pared de la habitación de la chivata  voló en pedazos que se esparcieron dentro de la casa. La explosión abrió  un hueco enorme.  Seguro del éxito de la misión, los revolucionarios se marcharon directo hacia el sector de Villa Estela, directamente al patio de la calle mella #50 e informaron de  lo sucedido al responsable del comando. Mas tarde los compañeros del MPD recibieron la información de que el objetivo había salido ileso, tan solo recibiendo un gran susto. 15 minutos despues llego a la residencia  de la chivata un contingente de la policia dándole protección a la confidente.

ASESINATO DE LOS CUATRO MARTIRES DEL ESTERO.

Luego de la explosión de la poderosa bomba en la casa de la  chivata, las fuerzas policiales y militares de Barahona salieron a las calles a reprimir y apresar a todos los transeúntes que caminaban por la ciudad, golpeando sin ningún tipo de misericordia a todos los jóvenes detenidos. Había un cabo de la policía con el alias de “Sigoyen”, que luego fue un poderoso dirigente del partido Reformista de Balaguer, que se dio a la tarea de vigilar toda la noche la casa de mi abuela Altagracia Alcántara (ÑAÑO) en el sector de Villa Estela, con el objetivo de apresar a los revolucionarios que nos visitaban, sin lograr su objetivo, debido a que también nosotros lo observábamos a ellos.

Esa noche del 15 de marzo, en Barahona, salieron a las calles todas las fuerzas represivas del régimen Balaguerísta. Por donde quiera había guardia y policía en patrulla mixta. Los padres salieron a las calles a buscar a sus hijos por temor a que fueran apresados o asesinados. Se veían por donde quiera las patrullas policiales y militares disparando sus armas al aire intimidando a la población. Eran momentos difíciles y de mucha  de tensión en toda la población. El MPD le habia declarado la guerra a Balaguer, mientras que la Línea Roja del 14 de junio decidió preservar sus cuadros sin exponerlos nunca y sin enfrentar al régimen represivo. Por el otro lado el Partido Comunista Dominicano  (PCD)  se dedicaba a realizar denuncias en el plano internacional sobre la ola represiva llevada a efecto  por el régimen asesino. El Partido Comunista de la República Dominicano (PACOREDO) se dedicó a denunciar  a los miembros de la izquierda revolucionaria y a mantener un ataque sistemático contra ese tipo de organización política

Mientras todo eso sucedía y de acuerdo a lo relatado por vecinos y familiares, esto fue lo que sucedió con dos de los mártires del Estero: “Eusebio Reyes llegaba  de Santo Domingo al junto de Beato Ramírez (Alias Balá) y otros pasajeros  y se desmontaron  del vehiculo que lo transportó a esta ciudad en el parque central de Barahona. Alias Balá se quedo por los alrededores del parque y Eusebio bajo por la  calle Nuestra Señora del Rosario y en la esquina con la calle Rafael  Matos Falé  es apresado por la patrulla mixta comandada por el sargento Lucas Medrano (alias Ráfaga).  Narra el alias Balá que  Teodoro Torres se encuentrba en la parada de la guagua o autobús que lo transportaría al Ingenio Barahona, donde realizaba trabajo de guardia campestre. Esa parada se  encontraba cerca del parque central de Barahona. Allí es detenido por la misma patrulla y montado en el mismo vehiculo donde ya estaba detenido Eusebio Reyes. Y luego de una breve conversación es empujado el joven Torres y maltratados  los dos dentro del vehiculo.

  Luego  se dirigieron  policías y detenidos  hacia el sector de el puente sobre el río Birán por la calle 30 de mayo y allí también toman en calidad de detenido o preso a  Rafael Sánchez quien se encontraba parado allí distraído y observando una goma de vehiculo que ardía en esa esquina. Su padre  Juan Gilberto Díaz Sánchez al ver que su joven hijo era detenido sin justificación por la patrulla policial, protesta  y también es arrestado y montado en el auto policial.