BOCA DE CACHON: El Gobierno tendrá que construir ocho nuevas casas para otras familias que alegadamente no fueron contadas en el censo realizado para iniciar el proyecto.
Así lo informó el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, quien dijo, además, que están evaluando la posibilidad de cortar algunos de los servicios básicos en el viejo poblado para que unas 19 familias, de un total de 560, no sigan resistiéndose a mudarse, bajo el argumento de que necesitan una vivienda adicional para otros miembros de su familia.
El funcionario expresó que en los casos de familias que se determinó que vivían hacinadas y en los que hubo "fallos" por parte de las autoridades competentes para el conteo de los potenciales beneficiarios, accedieron a construir más de una vivienda por núcleo familiar.
Sin embargo, advirtió que no permitirán "que vivos quieran contaminar todo un proceso que ha sido tan bonito y tan bien llevado".
Dijo que las ocho viviendas adicionales no serán levantadas hasta que las familias renegadas se muden e indicó que ahora están conversando de una manera "amigable", pero que cuando el Gobierno tenga que tomar una medida, la tomará. "Tendrán que irse y se irán, claro, no hay que maltratar ni atropellar a nadie. El Gobierno le ha dado energía eléctrica todavía, pero se le quitará, porque el Gobierno cumplió y quiere ahora pasar a la segunda etapa que es ayudar en la parte productiva de estas personas", afirmó.
Pese a los conflictos, Peralta aseguró que "esas son cosas normales que suceden" y que ahora lo que procede es manejar la situación "con prudencia y tacto".
Así lo informó el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, quien dijo, además, que están evaluando la posibilidad de cortar algunos de los servicios básicos en el viejo poblado para que unas 19 familias, de un total de 560, no sigan resistiéndose a mudarse, bajo el argumento de que necesitan una vivienda adicional para otros miembros de su familia.
El funcionario expresó que en los casos de familias que se determinó que vivían hacinadas y en los que hubo "fallos" por parte de las autoridades competentes para el conteo de los potenciales beneficiarios, accedieron a construir más de una vivienda por núcleo familiar.
Sin embargo, advirtió que no permitirán "que vivos quieran contaminar todo un proceso que ha sido tan bonito y tan bien llevado".
Dijo que las ocho viviendas adicionales no serán levantadas hasta que las familias renegadas se muden e indicó que ahora están conversando de una manera "amigable", pero que cuando el Gobierno tenga que tomar una medida, la tomará. "Tendrán que irse y se irán, claro, no hay que maltratar ni atropellar a nadie. El Gobierno le ha dado energía eléctrica todavía, pero se le quitará, porque el Gobierno cumplió y quiere ahora pasar a la segunda etapa que es ayudar en la parte productiva de estas personas", afirmó.
Pese a los conflictos, Peralta aseguró que "esas son cosas normales que suceden" y que ahora lo que procede es manejar la situación "con prudencia y tacto".