Para ECOS DEL SUR
Como todos conocen, el Hospital Regional Jaime Mota fue el buque insignia de la Seguridad Social en su componente de salud, que inició por las provincias de Bahoruco y Barahona en el año 2002. En mi condición de director de este establecimiento sanitario participé de múltiples cursos, talleres, conferencias y reuniones de alto nivel con los representantes del Banco Mundial, la Comisión Ejecutiva para la Reforma del Sector Salud y la Secretaría (hoy ministerio) de Salud Pública y Asistencia Social.
En uno de esos encuentros le expuse a uno de los máximos representantes del Banco Mundial, que visitó nuestro país a fin de evaluar los avances preparatorios para la implementación del Seguro Familiar de Salud por el régimen subsidiado, las penurias que a diario vivían (y aún viven) las parturientas haitianas para recibir servicios de salud en el Hospital Jaime Mota. Justamente la solución que le propuse fue la de construir hospitales en la frontera para facilitar el acceso y la atención oportuna a la población de ese hermano y pobre país, le señale que la República Dominicana cuenta con suficientes y capacitados médicos y enfermeras, que remunerados adecuadamente ejercerían sus funciones con mucho gusto y dedicación.
En uno de esos encuentros le expuse a uno de los máximos representantes del Banco Mundial, que visitó nuestro país a fin de evaluar los avances preparatorios para la implementación del Seguro Familiar de Salud por el régimen subsidiado, las penurias que a diario vivían (y aún viven) las parturientas haitianas para recibir servicios de salud en el Hospital Jaime Mota. Justamente la solución que le propuse fue la de construir hospitales en la frontera para facilitar el acceso y la atención oportuna a la población de ese hermano y pobre país, le señale que la República Dominicana cuenta con suficientes y capacitados médicos y enfermeras, que remunerados adecuadamente ejercerían sus funciones con mucho gusto y dedicación.
Para mi sorpresa la respuesta de ese funcionario fue una reprimenda, señalándome que ese no era un problema ni de Haití ni de la República Dominicana, sino que era un problema de la Isla. Espero que este tipo de valoraciones hayan cambiado con el tiempo, que la Unión Europea no piense igual y que el Presidente Danilo Medina tenga mejor suerte que nosotros en la materialización de este anhelo compartido por tantos dominicanos, especialmente por nuestro sector sanitario que recibe dignamente a esos pacientes deteriorados por la dificultad del acceso y lo inoportuno de la solicitud de atención, que con mucha frecuencia elevan nuestras tasas de mortalidad materna e infantil. Buena suerte Presidente Medina.