POR ALEJANDRO SANTANA
Ya, no tenemos vida privada. No acudimos a un buen amigo. Ya no conversamos con nuestra pareja sobre los problemas que nos distancian. Ya nuestros hijos no confían en nosotros, y sus cosas las difunden por las redes sociales.
Hemos cambiado. Ya no guardamos secretos, las cosas que nos hacen sentir mal, las difundimos por las redes, no importa que sean problemas de pareja, económicos, profesionales y hasta un simple disgusto con un amigo.
Ya usamos un confesionario común y publico! las redes sociales!.
He visto mensajes de amigos que dejan en claro que andan en problemas con sus conyugues, he visto publicaciones de situaciones que demuestran que se está en problema con alguien y aunque ese alguien no se identifique, sabemos a quién o quienes el quejoso se refiere.
¡Me jaquearon mi correo, me tienen envidia, soy el mejor, tengo más mujeres que tú, tu mujer y el vecino se entienden y tu ni te has enterado, soy un joven que ha avanzado y por eso me tiran, tiro mas tela que tú.
Esas son partes de las ridiculeces que algunos estamos subiendo a Facebook, que aunque nos parezcan graciosas, solo sirven para dejar en claro que tenemos problemas de inferioridad y hasta delirio de persecución.
Hay cosas que se dicen por las redes sin el nombre del destinatario, pero si conocemos al remitente nos damos cuenta, porqué está peleando y con quien.
Hasta los periodistas y comunicadores nos estamos viendo envueltos en ese mundo de la locura de las indiscreciones en donde nos sentimos importante dando a conocer lo que nos afecta.
De un tiempo a esta parte parece que a todos se nos hace difícil, visitar a un amigo, llamar por teléfono y dilucidar una desavenencia o mal entendido y por eso lo subimos a las redes.
Si salimos a vacacionar, subimos fotos de los lugares donde estamos, que tiempo estaremos fuera del hogar, y otras interioridades y no nos estamos dando cuenta que estamos divulgando información que solo nuestro entorno más intimo debe saber.
Mujeres con sus parejas que suben fotos in sinuosas, semi desnudas y mensajes comprometedores que terminan haciéndoles daños en sus relaciones conyugales.
Desnudos de jovencitas a sus novios que terminan divulgadas en las redes y les enredan la vida, que las hace sentirse avergonzadas, en fin parece que estamos viviendo los tiempos de las desvergüenza.
Parece que tendremos que reflexionar profundamente sobre el destino que estamos dando a nuestras vidas haciendo público cualquier situación que nos envuelve.
Tengo a una pareja de amigo, que me di cuenta de sus problemas de alcoba por una nota que el subió a las redes, que decía desde un tiempo a esta parte ya no es la misma, se me niega, se declara cansada o se hace la dormida.
Pero ella no se quedó atrás y en su cuenta de F, subió la siguiente nota! desde que se que está con otra, ha dejado de interesarme y espero el momento en que me deje en libertad!, son mensajes difundido que ponen al descubierto desamores, problemas de alcobas y hasta infidelidades.
¿Por qué no reflexionamos’?, por qué no somos capaces de resolver nuestras diferencias, nuestros problemas sin tantos espectadores, oh es que en definitiva hemos perdido hasta la cordura?.
Ya, no tenemos vida privada. No acudimos a un buen amigo. Ya no conversamos con nuestra pareja sobre los problemas que nos distancian. Ya nuestros hijos no confían en nosotros, y sus cosas las difunden por las redes sociales.
Hemos cambiado. Ya no guardamos secretos, las cosas que nos hacen sentir mal, las difundimos por las redes, no importa que sean problemas de pareja, económicos, profesionales y hasta un simple disgusto con un amigo.
Ya usamos un confesionario común y publico! las redes sociales!.
He visto mensajes de amigos que dejan en claro que andan en problemas con sus conyugues, he visto publicaciones de situaciones que demuestran que se está en problema con alguien y aunque ese alguien no se identifique, sabemos a quién o quienes el quejoso se refiere.
¡Me jaquearon mi correo, me tienen envidia, soy el mejor, tengo más mujeres que tú, tu mujer y el vecino se entienden y tu ni te has enterado, soy un joven que ha avanzado y por eso me tiran, tiro mas tela que tú.
Esas son partes de las ridiculeces que algunos estamos subiendo a Facebook, que aunque nos parezcan graciosas, solo sirven para dejar en claro que tenemos problemas de inferioridad y hasta delirio de persecución.
Hay cosas que se dicen por las redes sin el nombre del destinatario, pero si conocemos al remitente nos damos cuenta, porqué está peleando y con quien.
Hasta los periodistas y comunicadores nos estamos viendo envueltos en ese mundo de la locura de las indiscreciones en donde nos sentimos importante dando a conocer lo que nos afecta.
De un tiempo a esta parte parece que a todos se nos hace difícil, visitar a un amigo, llamar por teléfono y dilucidar una desavenencia o mal entendido y por eso lo subimos a las redes.
Si salimos a vacacionar, subimos fotos de los lugares donde estamos, que tiempo estaremos fuera del hogar, y otras interioridades y no nos estamos dando cuenta que estamos divulgando información que solo nuestro entorno más intimo debe saber.
Mujeres con sus parejas que suben fotos in sinuosas, semi desnudas y mensajes comprometedores que terminan haciéndoles daños en sus relaciones conyugales.
Desnudos de jovencitas a sus novios que terminan divulgadas en las redes y les enredan la vida, que las hace sentirse avergonzadas, en fin parece que estamos viviendo los tiempos de las desvergüenza.
Parece que tendremos que reflexionar profundamente sobre el destino que estamos dando a nuestras vidas haciendo público cualquier situación que nos envuelve.
Tengo a una pareja de amigo, que me di cuenta de sus problemas de alcoba por una nota que el subió a las redes, que decía desde un tiempo a esta parte ya no es la misma, se me niega, se declara cansada o se hace la dormida.
Pero ella no se quedó atrás y en su cuenta de F, subió la siguiente nota! desde que se que está con otra, ha dejado de interesarme y espero el momento en que me deje en libertad!, son mensajes difundido que ponen al descubierto desamores, problemas de alcobas y hasta infidelidades.
¿Por qué no reflexionamos’?, por qué no somos capaces de resolver nuestras diferencias, nuestros problemas sin tantos espectadores, oh es que en definitiva hemos perdido hasta la cordura?.