Huellas de neumáticos de vehículos pesados en una calle improvisada cercana al afluente, así como hoyos resultantes de las excavaciones, muestran los trabajos que, según creen, es para la reparación de calles de camino a las presas Jigüey y Aguacate.
Para los residentes de la comunidad Las Avispas, próxima al río, la extracción de la arena y piedra representa un peligro para la zona, y más porque aseguran que secarían totalmente el río que nutre con sus aguas a los embalses de Jigüey y Aguacate.
Nadie sabe quien está a cargo de la obra, solo dicen que hay una grancera cercana donde llevan las piedras y las arena, pero que no están informados del proyecto.
El río Mahomita es uno de los atractivos naturales de la zona, llevando turistas cada año sobre todo en verano, por lo que también consideran como un daño a su economía la presencia de esos obreros.
El miedo también es evidente, pues al no conocer de quienes se trata, tienen temor de decir sus nombres para no ser reconocidos y “no tener problemas”.