POR BIENVENIDO ROJAS
Alonzo Perry hizo historia con los Tigres del Licey, y con su jonrón a Enrique Reynoso, en la serie final de 1951, ante los Leones del Escogido, alcanzó el grado de Su Majestad y El Príncipe Azul.
Perry era el Licey, todo una idolatría en todos los lugares donde su figura decía presente.
Su Majestad era una deidad en una feligresía, donde los paganos del béisbol le colocaban alfombra de flores.
En la inauguración del torneo de 1955-56, el primero bajo luces, transitaba Perry en un Studebaker azul por la calle José Dolores Alfonseca, hoy 30 de Marzo, y en la esquina del hotel Europa, kilómetro 0, Perry tuvo su primer problema con las autoridades.
El “tráfico”, agente policíal que dirigía el poco movimimiento vehicular, lo mandó a parar el 18 de octubre, y Perry no hizo el menor de los casos. El ídolo del Licey fue detenido, y juzgado el mismo 18, siendo multado con RD$5.75 por conducir en estado de embriaguez. Los ejecutivos del Licey, encabezados por su presidente Ignacio Guerra, lograron la libertad de Perry.
Saliendo del juzgado, Perry declaró: “Soy un ciudadano respetuoso, pero no vi la señal de pare”.
Minutos depués de ser liberado, Su Majestad salió a entrenar, donde cientos de seguidores lo aplaudieron, cuando se paró en la caja de bateo del estadio de la Universidad de Santo Domingo, donde ofreció un concierto de líneas, y en varias ocasiones sacó la bola del parque, y en otras las colocó sobre unas matas de mango entre left-center.
El ingeniero Ignacio Guerra declaró: “Los que van a tener dificultades con él serán los pitchers contrarios”.
Alonzo Perry, toda una leyenda, tiene el récord de ser el primer importado preso y condenado por la justicia dominicana..., y esto me lo dijo Adela.
Alonzo Perry hizo historia con los Tigres del Licey, y con su jonrón a Enrique Reynoso, en la serie final de 1951, ante los Leones del Escogido, alcanzó el grado de Su Majestad y El Príncipe Azul.
Perry era el Licey, todo una idolatría en todos los lugares donde su figura decía presente.
Su Majestad era una deidad en una feligresía, donde los paganos del béisbol le colocaban alfombra de flores.
En la inauguración del torneo de 1955-56, el primero bajo luces, transitaba Perry en un Studebaker azul por la calle José Dolores Alfonseca, hoy 30 de Marzo, y en la esquina del hotel Europa, kilómetro 0, Perry tuvo su primer problema con las autoridades.
El “tráfico”, agente policíal que dirigía el poco movimimiento vehicular, lo mandó a parar el 18 de octubre, y Perry no hizo el menor de los casos. El ídolo del Licey fue detenido, y juzgado el mismo 18, siendo multado con RD$5.75 por conducir en estado de embriaguez. Los ejecutivos del Licey, encabezados por su presidente Ignacio Guerra, lograron la libertad de Perry.
Saliendo del juzgado, Perry declaró: “Soy un ciudadano respetuoso, pero no vi la señal de pare”.
Minutos depués de ser liberado, Su Majestad salió a entrenar, donde cientos de seguidores lo aplaudieron, cuando se paró en la caja de bateo del estadio de la Universidad de Santo Domingo, donde ofreció un concierto de líneas, y en varias ocasiones sacó la bola del parque, y en otras las colocó sobre unas matas de mango entre left-center.
El ingeniero Ignacio Guerra declaró: “Los que van a tener dificultades con él serán los pitchers contrarios”.
Alonzo Perry, toda una leyenda, tiene el récord de ser el primer importado preso y condenado por la justicia dominicana..., y esto me lo dijo Adela.