POR STEWART NIN,
Para Ecos del Sur
Los aprestos reeleccionistas impulsados por seguidores del Presidente Danilo Medina, los escándalos por las comisiones en la compra de los aviones Súper Tucanos y el enfrentamiento entre el Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, y el Secretario de Organización del PLD y hombre de confianza del expresidente Leonel Fernández, Félix Bautista, (investigado por supuesto enriquecimiento ilícito), plantea un nuevo escenario de pugnas y enfrentamientos entre ambos líderes de ese partido por el control de la candidatura presidencial con miras a las elecciones del 2016.
En los últimos días, los más cercanos colaboradores de Leonel Fernández ofrecieron declaraciones y acusaron a los Reeleccionistas de iniciar una campaña de ataques e insultos para dañar la imagen del Ex - Mandatario con el objetivo de evitar su retorno al poder. En cambio, los seguidores de Danilo Medina consideran que Leonel Fernández no garantiza el triunfo del PLD por la alta tasa de rechazo. Plantean que una candidatura del Expresidente provocaría una segunda vuelta electoral, lo cual juntaría a toda la Oposición provocando una derrota segura.
Por lo que se observa en el ambiente político electoral “se soltaron los demonios en el PLD”. Esta realidad la confirma la Senadora del PLD, Sonia Mateo, en su actual choque con el Director del INDRI, Olgo Fernández, y con el Senador del PLD, Wilton Guerrero, a quien acusó de malagradecido. Igual situación ocurre en Barahona entre el Gobernador, Ing. Pedro Peña Rubio, y el Ministro de Industria y Comercio, José Del Castillo Saviñón.
Los seguidores del Expresidente saben muy bien que no sería fácil modificar la Constitución de la República para introducir la reelección presidencial, por el alto costo político que representaría para el actual mandatario. Además, se necesitaría de las dos terceras partes de la matrícula de los Congresistas, número con el cual el PLD no cuenta.
Tendrían que “conquistar”• entre 18 y 20 legisladores de la Oposición. De concretizarse este hecho, se pondría en entredicho la conducta del Primer Mandatario. Es evidente que en los próximos meses se sabrá cuál de las dos fuerzas reinantes en ese Partido le tumbará el pulso a la otra.
Mientras se acentúa el debate entre reelección y no reelección, los pueblos del País siguen entrampados en problemas muy viejos, a los cuales no se vislumbra una solución a corto plazo: miseria, delincuencia, criminalidad y aumento escandaloso de los precios en los artículos de consumo diario.
El poder adquisitivo de las masas populares se va deteriorando aceleradamente; así como también, continúa el desabastecimiento de los hospitales y un alto nivel de desempleo que afecta a la población joven.
