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martes, 25 de noviembre de 2014

EL JILGUERO: Plátanos, Calidad e Industrialización

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POR SANTOS SALVADOR CUEVAS
Para Ecos del Sur

De las regiones en que se divide la estructura territorial del Ministerio de Agricultura, la de Barahona es una de la que se centra en la producción de plátanos o bananos, mientras El Bajo Yuna, por ejemplo, su fuerte es la producción de arroz, la nuestra se caracteriza en tener como su fuerte la producción de plátanos o bananos.

Lo anterior indica que para los habitantes de esta región, la principal fuente de vida y/o riquezas es la agricultura y, dentro de ella, su fuerte es la producción en grandes cantidades de plátanos o bananos.

De ser así entonces, se impone en el Ministerio de Agricultura hacer un alto en el camino y proceder a diseñar políticas que permitan la producción a gran escala de plátanos de calidad, que integre los componentes nutrientes acordes con la salud, lo que le permita competir y ser productos apetecidos y de demandas en otros mercados.

El plátano de nuestra región no es acto para la competencia comercial en mercados extranjeros, pues el mismo está cargado de componentes químicos que son dañinos a la salud, hay segmentos muy puntuales que han cualificado la producción, incentivando un producto orgánico, pero eso es a escala muy limitada; lo que se impone es un PLAN GLOBAL, que integre, con asistencia técnica y financiamiento, a los productores de Tamayo, Vicente Noble, Galván, Peñón, etc., en donde se potencie un plátano saludable y acto para la exportación: Un producto orgánico.

Si eso se asume a conciencia y con visión de Estado, entonces estaremos a la puerta de una región que ha de en-rumbarse por el camino del progreso y desarrollo regional. Sólo así se supera la pobreza ancestral de nuestros productores.

Junto al elemento de la calidad del producto agrícola, se impone también  articular por municipios específicos, un Plan Piloto de Industrialización del banano o plátanos, si el Estado programa con productores en municipios, por ejemplo, para exportar fritos enfundados, o mermeladas de tomates, uvas, etc., es colocar una región -agrícola por demás- en el mismo trayecto del progreso.

El Ministerio de Agricultura que se espabile y que los productores empiecen a pensar mas allá de lo habitual, pensemos en grande y apuesto a que le ganaremos la batalla al mundo de pobreza en que vivimos.

Ahora es, Presidente Danilo Medina.