POR RUBEN DOMINICI
Para ECOS DEL SUR
En los últimos tiempos hemos visto manifestaciones de fiscales, jueces, congresistas, funcionarios gubernamentales y políticos del sistema que han provocado en grandes segmentos de la población, ya alternado, ya azar, indignación, frustración e impotencia.
Los casos más recientes donde han proliferado las payasadas, las incongruencias y las irresponsabilidades son los sometimientos a la justicia por alegados actos de corrupción de los Ings. Díaz Rúa y Félix Bautista, y el encarcelamiento de una joven madre de 18 años por haber publicado en una red social una foto donde le daba a beber cerveza a su niñita.
En el caso de los Ings. Víctor Díaz Rúa y Félix Bautista, el Ministerio Público está cumpliendo con su deber consagrado en la Constitución y las leyes, pero el Poder Judicial está mostrando un cuadro complejo que dificulta entender si es que desconoce sus funciones, o cree que cumplirlas es una opción, o simplemente que se considera parte de la defensa.
Lo que está ocurriendo en el Poder Judicial puede ser la excepción en cualquier país latinoamericano donde actualmente se desarrollan procesos de mejoramiento de la calidad de vida de la población, aun sean estos dirigidos por sectores burgueses, pero en nuestro país es común, por no decir la norma.
Donde no hubo confusión ni dudas a la hora de condenar fue en el caso de la joven madre ya tratado. Ambos poderes se pusieron de acuerdo en un santiamén, y la mandaron a prisión por tres meses. En otras palabras, les fue fácil ponerse de acuerdo en coger un peñasco para el más chiquito, y para el más grande, para el monstruo, está por verse si se pondrán de acuerdo también en lanzarle el mismo peñasco, una gravilla, o un simple grano de arena. Ya veremos, aunque mi padre y sus contemporáneos me enseñaron a no creer en “cuentos de caminos”.
Hace mucho tiempo que por radio y televisión se transmiten para todo el país programas que contrarrestan la educación formal que se les enseña a los niños y niñas, sin que las autoridades competentes y los políticos el sistema digan nada. En la televisión, los programas predominantes y más vistos a cualquier hora del día y de la noche por toda la familia son telenovelas y películas cargadas de un erotismo que raya en la pornografía; tramas de corrupción, narcotráfico, infidelidad, robo, y todo tipo de violencia.
Para ECOS DEL SUR
En los últimos tiempos hemos visto manifestaciones de fiscales, jueces, congresistas, funcionarios gubernamentales y políticos del sistema que han provocado en grandes segmentos de la población, ya alternado, ya azar, indignación, frustración e impotencia.
Los casos más recientes donde han proliferado las payasadas, las incongruencias y las irresponsabilidades son los sometimientos a la justicia por alegados actos de corrupción de los Ings. Díaz Rúa y Félix Bautista, y el encarcelamiento de una joven madre de 18 años por haber publicado en una red social una foto donde le daba a beber cerveza a su niñita.
En el caso de los Ings. Víctor Díaz Rúa y Félix Bautista, el Ministerio Público está cumpliendo con su deber consagrado en la Constitución y las leyes, pero el Poder Judicial está mostrando un cuadro complejo que dificulta entender si es que desconoce sus funciones, o cree que cumplirlas es una opción, o simplemente que se considera parte de la defensa.
Lo que está ocurriendo en el Poder Judicial puede ser la excepción en cualquier país latinoamericano donde actualmente se desarrollan procesos de mejoramiento de la calidad de vida de la población, aun sean estos dirigidos por sectores burgueses, pero en nuestro país es común, por no decir la norma.
Donde no hubo confusión ni dudas a la hora de condenar fue en el caso de la joven madre ya tratado. Ambos poderes se pusieron de acuerdo en un santiamén, y la mandaron a prisión por tres meses. En otras palabras, les fue fácil ponerse de acuerdo en coger un peñasco para el más chiquito, y para el más grande, para el monstruo, está por verse si se pondrán de acuerdo también en lanzarle el mismo peñasco, una gravilla, o un simple grano de arena. Ya veremos, aunque mi padre y sus contemporáneos me enseñaron a no creer en “cuentos de caminos”.
Hace mucho tiempo que por radio y televisión se transmiten para todo el país programas que contrarrestan la educación formal que se les enseña a los niños y niñas, sin que las autoridades competentes y los políticos el sistema digan nada. En la televisión, los programas predominantes y más vistos a cualquier hora del día y de la noche por toda la familia son telenovelas y películas cargadas de un erotismo que raya en la pornografía; tramas de corrupción, narcotráfico, infidelidad, robo, y todo tipo de violencia.
Y por más que me quieran convencer de que hay que respetar la libre difusión del pensamiento, en el mundo muy primitivo que llevo en la cabeza desde que tengo uso de razón, nadie tiene derecho a contrarrestar por los propios medios propiedad del Estado, como frecuencias radiales y televisivas, los contenidos de la educación formal, que son precisamente responsabilidad del Estado.