Barahona.- Mientras el Ministerio de Defensa sustituye a la policía y al Ministerio Público, con improvisados retenes militares, los robos y asaltos siguen siendo el “pan nuestro de cada día” en Santa Cruz de Barahona, así como en comunidades de la región.
Luisa María Santana Escanio, joven religiosa, salió de adorar a Dios de su iglesia, luego de despedirse de los hermanos de la congregación, se dirigió a su casa en su motor, tipo passola, pero se llevó el susto más grande de su vida cuando llegaba a su residencia.
Próximo a la casa, dos chicos le hacen parada, creída eran vecinos y paró la marcha de la passola. Les dijo no usaran chanza con ella pero, cambió todo cuando sintió el frío cañón de un arma de fuego en la cabeza que le pusieron los mozalbetes.
Los asaltantes despojaron a la joven evangélica, hija del abogado Bienvenido Santana (Ñío), de RD$13,000.00, celulares y una cena que previamente había adquirido en un establecimiento de venta de comida.
Los asaltantes, además del dinero y los celulares, le llevaron el único medio de transporte a la joven mujer, accionaron el arma para dispararle en el rostro a Luisa María, “pero no disparaba, sino hasta ellos alejarse”.
“Si no, yo no tuviera contándola ahora mismo, los muchachos del barrio le tiraron algunas piedras, ellos se cayeron, pero lograron irse”, dijo la mujer entrevistada cuando estaba en el fiscal asignado en la sede de la Dirección Regional Sur de la Policía Nacional.
Ha sido tanto el impacto sufrido, no por los objetos y el dinero robado, narra ella, sino por el arma de fuego que los delincuentes pusieron en su cabeza que pudo haber sido en un abrir y cerrar de ojos el final de su corta existencia.
Luisa María Santana Escanio, quien hacía un enorme esfuerzo por contestar las preguntas formuladas por www.lalupadelsur.com, se observaba temerosa, tanto que, admite hasta el momento no puede dormir.
Su padre, Ñío, dijo que tienen las coordenadas de los delincuentes y los nombres de los supuestos asaltantes, por lo que esperan que las autoridades los atrapen a la mayor brevedad.
