POR HERNANI AQUINO
“Habría una manera de resolver todos los problemas económicos: Colocarle impuestos elevados a la vanidad”. Autor: Jacques Tatí
La pregunta que siempre nos hacemos, al observar los altos niveles de criminalidad en la sociedad dominicana es, por qué delinquen nuestros jóvenes y adultos, arriesgando sus vidas y la de sus víctimas?!
Qué denominador común existe entre los delincuentes callejeros y los de cuello blanco, que les hace violar las normas y los preceptos jurídicos, atentando – sin medir consecuencias – contra la seguridad y el progreso propio del pueblo?!
Sin temor a equivocarnos, y viendo las actuaciones de aquellos que transgreden la ley, el denominador común es la Vanidad y/o la necesidad de Poder… “Poder tener esto o aquello”, “Poder hacer esto o aquello”, etc.
Poder hacer lo que quiero, sin límites o restricciones.
Esto como fruto del modelo de consumo que sobre pone lo material al ser humano, fruto de una sociedad cada día más competitiva, y en permanente presión social.
La delincuencia y la corrupción se previenen desde la infancia, contribuyendo a la formación de ciudadanos honestos, auténticos, y con gran fortaleza e independencia emocional hacia los factores externos; aquellos que nos llevan a ser seres vanidosos, y en una constante competencia del tener sobre el ser.
Copiar modelos de liderazgo sustentados en la vanidad, donde lo único que se exhibe es única y exclusivamente bienes materiales, por encima de la persona y por encima del intelecto; nos llevan a confundirnos y a creernos que lo fácil e inmediato es lo correcto.
Cambiemos el modelo de superación y liderazgo del tener, por el modelo de superación y liderazgo cuyo eje es el ser humano. Seamos honestos con nosotros mismos, auténticos, originales, humanos, respetuosos del prójimo, y destacados por la vocación de servir a los demás.
Se transforma la sociedad con el corazón, y no con el dinero.