SANTO DOMINGO: Ya forma parte de la historia política contemporánea los tiempos en que el poderoso Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tomaba decisiones por consenso y ahora las decisiones se toman a partir de quien tiene la hegemonía sin que exista un liderazgo aglutinador de las fuerzas contrapuestas.
Desde su fundación en 1973 hasta el ascenso al poder del presidente Danilo Medina en agosto de 2012, en el PLD siempre existió una figura predominante que servía de represa a las disputas. Primero fue Juan Bosch, quien ejerció ese rol por el peso de su condición de fundador, líder e ideólogo de ese partido y tras su muerte ese espacio lo ocupó Leonel Fernández gracias al peso de que hasta el 2012 era el único Presidente de la República con el que había contado ese partido.
El liderazgo de Leonel Fernández estaba escoltado por un Comité Político que era una especie de Senatum partidario donde se dilucidaban todos los asuntos políticos y partidarios de trascendencia, con una autoridad incuestionable que le daba el actuar como organismo compacto.
Pero desde 2012 todo cambió. Quien se tenía como el segundo hombre a bordo del PLD pasó a ser Presidente de la República y haciendo gala de su condición de estratega político se hizo con el control del Comité Político.
Cambio de lealtades
El ascenso al poder de Danilo Medina hizo que a Leonel Fernández le ocurriera lo que en un momento le pasó al primero. Solo se quedó a su lado los que les eran leales más allá de las conveniencias que da el poder.
En la primera oportunidad, Medina movió sus fichas para que en una ampliación del Comité Político llegaran a ese organismo un grupo que le había demostrado leatad más allá de las coyunturas.
Es así como llegan Carlos Pared Pérez, Gonzalo Castillo, Miriam Cabral, Lucía Medina, Rubén Bichara, Simón Lizardo y el fenecido Juan de los Santos. En ese grupo también llegó Radhamés Jiménez, leal a Leonel Fernández.
Esos se sumaron a personas como Carlos Amarante Baret, Cristina Lizardo y Radhamés Camacho que habían permanecido con él aun en las circunstancias más adversas, como la de 2008 cuando Medina decidió disputarle la candidatura peledeísta al entonces presidente Leonel Fernández.
Ya despojado de su condición de Presidente de la República, Leonel Fernández solo ha visto mantenerse a su lado a su esposa y actual vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, Abel Martínez, Alejandrina Germán, Alma Fernández, Bautista Rojas Gómez, César Pina Toribio, Franklín Almeyda Rancier, Radhamés Jiménez y Rafael Alburquerque.
A favor del viento
Es decir que además de sus leales tradicionales y a los nuevos que ingresaron en la última ampliación, el actual Presidente de la República ha recibido el respaldo de Reinaldo Pared Pérez, Eduardo Selman, Euclides Gutiérrez Félix, Félix Jiménez, Francisco Javier García, José Joaquín Bidó Medina, José Tomás Pérez, Julio César Valentín, Ramón Ventura Camejo, Ramón (Monchi) Fadul y Lidio Cadet. A la causa danilista también se ha sumado Jaime David Fernández Mirabal, quien en el pasado fuera su más acérrimo adversario interno y que en su momento encabezó la corriente que confrontaba a la de Medina cuando Leonel Fernández estaba por encima de cualquier disputa grupal por ser la figura aglutinadora.
Danilo Medina llegó al 2012 contando con tres leales en el Comité Político, y consigo mismo sumaban cuatro, en la ampliación logró colocar ocho más de los cuales falleció uno (Juan de los Santos), por lo que su fuerza incondicional quedaba en diez, que es justamente la misma cantidad que permanecen leales a Fernández.
Pero los otro catorce, los que han sido reiterativos en apoyar a quien ostenta la posición de Presidente de la República, le dan una apabullante mayoría con la cual ha logrado cruzar decisiones trascendentales, siendo la más importante la de que el PLD propiciara con el voto de sus legisladores una reforma constitucional en 2015 para reintroducir la reelección presidencial con miras a los comicios de 2016 y que facilitó la continuación de Medina al frente del Poder Ejecutivo.