BARAHONA.- Consternación, indignación, llanto y dolor causó la violación sexual y decapitación de un niño de cuatro años por un hombre de 18, en este municipio Santa Cruz de Barahona.
Joel Alexander Encarnación Santana (Bugi), es acusado de violar sexualmente y luego cortarle el cuello al niño Alberto Yophef, en un hecho que ha consternado a los habitantes de la provincia sureña.
Encarnación Santana cometió la violación y el asesinato en su cama, en su vivienda, en el sector Solares de Milton, pero luego huyó y se escondió en el barrio Palmarito, donde fue apresado por diligencias del padre Almonte, director de la escuela Cristo Rey, y el procurador fiscal titular, Yván Ariel Gómez Rubio.
La supuesta violación del menor está siendo manejada con mucho hermetismo por las autoridades, y el dato se informa de manera extraoficial.
El joven de 18 años, según el médico legista, Miguel Angel García Ortiz, luego de violar al niño, le cortó la cara con un cuchillo, el lado lateral izquierdo del cuello con lesión vascular, le propinó golpes en la cara, mano izquierda y el cráneo.
Según el legista, esas heridas, ocasionadas por Bugi, le causaron la muerte al menor hijo de una pareja de haitianos.
Bugi, residente en la calle Primera del sector Los Solares de Milton del distrito municipal de Villa Central, quien al ser cuestionado verbalmente, admitió haber cometido los hechos.
Dijo, según los interrogatorios, que las heridas que presenta el menor se las ocasionó con un cuchillo.
Yophef era hijo de la señora de nacionalidad haitiana, Olguina Yeddy, 28 años de edad.
Bugi explicó a las autoridades, que llevó el niño a su casa y lo acostó en su cama, y luego procedió a ahorcarlo con las manos y al ver que el menor “botaba mucha baba”, lo soltó procediendo a retirarse de la residencia, pero que al llegar a la puerta de entrada, miró hacia atrás y pudo ver un cuchillo encima de la mesa, por lo que lo tomó y le produjo las heridas que presenta.
El detenido, el arma homicida y una sábana ensangrentada se encuentran en poder del Ministerio Público, para los fines correspondiente, mientras el cadáver fue enviado al Instituto de Ciencias Forenses (Inacif), en Azua, para practicarle una necropsia por instrucciones del fiscal actuante, Gómez Rubio, quien se hizo acompañar, además, por el magistrado Freddy García Melo.