Por José López.
En una sociedad maleada, preñada de desesperanza, dirigida y manipulada por grupos de delincuentes metidos a políticos, que nos imponen un orden que sólo beneficia a pequeños grupos económicos que se reciclan de vez en cuando.
Éstas mafias enquistadas en las estructuras del Poder han dejado como consecuencia el lastre de la pobreza, no solo aquella pobreza económica y material , sino una pobreza que mata el alma de los pueblo; la falta de entusiasmo y de sueños .
El hecho de que más de la mitad de los dominicanos(as) cifran sus esperanzas en una visa nos dice y nos sirve de parámetro para entender la magnitud del gran problema en que nos han metidos los gobernantes y "politiqueros" de hojalata.
Ante la situación descrita anteriormente, no nos queda más remedio que la rebelión... Salir de la pasividad, declararnos en rebeldía permanente.
Romper los esquemas y paradigmas impuestos, no importa quién los imponga o pretenda imponerlos.
Si nos imponen la mafia, la corrupción, el clientelelismo barato... nosotros le impondremos la movilización de conciencia permanente hasta crear un Estado basado en la rebeldía institucionalizada.
