SANTO DOMINGO: El reclamo que le hizo el presidente Danilo Medina Sánchez al director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), sobre el cumplimiento del cronograma para que la presa de Monte Grande, en Tamayo, sea terminada en abril de 2020, no pone en entredicho su capacidad de trabajo.
La trayectoria laboral de Olgo Fernández y su manejo al frente de esa entidad no es casual, como tampoco la propuesta que se de esta gestión de impulsar este ambicioso proyecto, con el que se pretenden crear la seguridad hídrica necesaria para impulsar el desarrollo del país.
Aunque fue designado director en 2012, Olgo se había desempeñado en el Indrhi en tres ocasiones como subdirector durante nueve años (1996 al 2000 y 2001-12). Además de acumular experiencias fuera de la entidad, conocía el personal, lo que le permitió reconquistar técnicos calificados que se habían marchado y crear un nuevo esquema para enrumbar esa entidad de forma certera.
Monte Grande
Hoy el gran reto que tiene por delante es hacer realidad la presa de Monte Grande, en Tamayo, obra cumbre en el sector agua por parte del Gobierno, en la que llevan un cronograma de trabajo con miras a culminar en abril de 2020 y empezar a llenar el primero de mayo.
Dijo que el presidente Medina se impresionó con un letrero en Monte Grande, y lo que hicieron fue explicarle técnicamente la complejidad de esa obra con una magnitud similar a la de Tavera y Sabana Yegua, las que difieren de un edificio, porque tienen muchos elementos que pueden obstruir su rendimiento.
Recordó que cuando iban a comenzar hubo que hacer un estudio de suelo para ver la permeabilidad, y eso paró la obra por 15 días y hay muestras de estudios que deben mandar a Estados Unidos y otros países.
“El Presidente quiere entregar la obra en abril, porque ese fue el compromiso que el contratista hizo con el Indrhi y con él en su despacho en enero de 2018, antes de ordenar un desembolso de US$30 millones.
Por eso él lo que estaba reclamando cuando llego fueron los 543 días”, explicó. Indicó que el letrero no estaba actualizado y daba la impresión de que la obra culminaría julio.
A partir de ahí exigieron al contratista que fuera desmontando los días, ya que es la única manera de ver el volumen de trabajo que les queda.
Reconoció que en muchos aspectos están adelantados, en algunos tienen retrasos, y no es posible reducir el tiempo de ese tipo de obras, que se toman de 78 a 90 meses. A la fecha no tienen deudas de cubicaciones pendientes.
Fernández entiende que la inversión que se hace en una presa es la de mayor seguridad en cuanto a su tasa de retorno, Monte Grande tendrá una de menos de 15 años, sacara de la pobreza a más de 475 mil personas y pondrá en producción 705 mil tareas que no se están cultivando de modo eficiente con riego; también facilitará agua a la región Enriquillo, con dos metros cúbicos por gravedad, además de devolverles la vida a 419 familias que vivían en extrema pobreza y estarán en casas confortables, en lugar seguro, con agua potable, energía la s 24 horas y el servicio telefónico.
Pacto agua
Precisó que desde el año 2014 elaboraron un plan a 20 años y vienen abogando por un pacto por el agua, previendo esta situación del cambio climático y de las sequías extremas, y dentro de ese plan tienen identificadas y con estudios 12 presas grandes y 52 medianas y pequeñas, de esas el Presidente culminó la de Sabana Yegua, que es el primer componente de Monte Grande. Las 12 grandes presas se estiman que proveerán unos 7 mil millones de metros cúbicos del líquido, actualmente hay capacidad para dos mil y pico.
Además, aspiran a que el proyecto se lleve a cabo a en unos 20 años, y es propósito el que la sociedad, los partidos políticos y los gobiernos la asuman, por ser una dinámica de crecimiento.