POR ISMAEL BATISTA.
En tanto no sea superada ,la precariedad, estructural y funcional, de la Atención Primaria del sistema de salud dominicano, no será posible mantener control epidemiológico de las enfermedades transmisibles, que a la vez son prevenibles (paludismo o malaria, tuberculosis, chikungunya, dengue, la enfermedad transmitida por VIH, entre otras) y de las enfermedades crónicas no transmisibles (ejemplos: hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedades crónicas del pulmón, la cardiopatía isquémicas o los síndromes Coronarios).
Y para que el lector perciba la importancia capital de la atención primaria, no solamente en el nuestro, si no en todos los sistemas de salud del planeta, vamos a reseñar los aspectos que categorizan este tipo de atención en el sistema sanitario.
El primer nivel de la atención primaria, es la base de la pirámide de un modelo debidamente organizado y estructurado con un plan estratégico de niveles en salud. Es la puerta de entrada del individuo o el paciente a sistema sanitario, absorbe el 80 % de quienes ingresan al mismo.
El primer nivel ofrece cobertura a los principales servicios de salud demandados por la población. Visualiza el individuo en una dimensión biopsicosocial y ambiental, implementando principalmente actividades de promoción y prevención de los valores de la salud. De tal forma, que integra a la comunidad a los programas de salud con el objetivo de que ella sea parte integral y actor su drama.
El primer peldaño de la salud en la atención primaria, ya establecida y funcionando con normalidad, ahora vidas humanas y recurso, puesto que es el escenario primordial en la prevención. Es el estamento sanitario en el cual se realiza diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno de los problemas de salud y por lo tanto requiere de menos especialización y de tecnificación de los recursos.
Si ese modelo de atención sanitario, se implementara en la República Dominicana, no existieran los hospitales repletos de enfermos, donde se cura lo que debió ser prevenido. De igual modo, sucediera con el conglomerado de pacientes que acuden a las consultas y se aglutinan en las áreas de internamientos de las principales ciudades del país.
No existieran brotes, focos epidémicos y el carácter endémico de la enfermedades transmisibles y no transmisibles. Hubiese reducción de morbimortalidad de las enfermedades no transmisibles y de los accidentes de tránsito.
A CONTRUIR LA ATENCION PRIMARIA.
El Sistema Sanitario de la República Dominicana cuenta con una infraestructura física hospitalaria que otras naciones del área añoran poseer. A todo lo largo y ancho del territorio nacional, incluyendo áreas rurales y montañosas, hay centros de salud para suplir la demanda de la población en términos estructural.
Sin embargo, a todos los niveles, se carece de estructuras gerenciales locales, encaminadas a la autogestión y la descentralización de las funciones del sistema en todo el territorio nacional, que hay que construir. Es el modelo que se estila en los países con probado sistema de salud. Ejemplos son Cuba y Chile
En ese orden, es bueno destacar que implementar el modelo de la atención primaria implica reclutamiento y capacitación de recursos humanos, dotar a los centros de los equipos y tecnología básica para su funcionamiento, así como también, el mecanismo de la red médica, por medio del cual se usa el recurso clave del modelo, que es la referencia y la contrarreferencia de los pacientes, a través del cual los pacientes se mueven en dos direcciones. Las mayorías regresan a sus predios.
RECUSOS ECONOMICOS
Toda actividad tendente a mejorar la condición humana conlleva el uso de recursos. En este caso, el Ministerio de Salud no dispone de los recursos mínimos para construir la atención primaria en el país.
De igual modo fueron infructuosos los esfuerzos y las buenas intenciones del presidente Danilo Medina Sánchez en propulsar mediante decreto la atención primaria en el Sistema Sanitario Dominicano.
Pero el meollo del problema está en la incapacidad económica del Estado dominicano para la implementación del modelo, como consecuencia de las ataduras de la economía dominicana al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este vínculo de la economía con el FMI provoca una sangría permanente al Producto Interno Bruto del país, que obliga al Estado, a la ejecución de una política fiscal contractiva en la cual hay reducción del gasto público y de la inversión en todos los servicios ofertados por el gobierno y en los renglones puntales del desarrollo del país.
Pregunta un incauto: ¿Quién es el causante de los males de este país?