En todo proceso electoral se marcan dos tendencias:
Una marca hacia sostenido ascenso, porque el elector la identifica como la evidente ganadora.
Y otras marcan la tendencia hacia el sostenible declive.
Porque el elector tiende a inclinarse en favor de quien encarna la más alta seguridad de victoria
De ahí que esas precandidaturas entran en una sostenida pérdida de emoción y entusiasmo.
En el caso de Rafael Méndez, como es la constante en situaciones similares, esa tendencia se expresa de dos maneras:
1.- Un altísimo porcentaje de manera objetiva percibe que Rafael Méndez, !Ya ganó!.
2.- Y otro altísimo porcentaje expresa su deseo de que Rafael Méndez sea el ganador.
De ahí que resulte lógico que la candidatura de Rafael Méndez marque un sostenido crecimiento.
Y al mismo tiempo, provoque cada ves mas entusiasmo y emoción en el elector.