Por Yovanny Santana Peña
Por varias veces, mientras caminaba en compañía de Yoquelis Adames (mi esposa) haciendo ejercicios por la zona del malecón de Barahona, en la mañana bien temprano, ella se sorprendió y me comentó que observara lo que estaba viendo, varias personas en su mayoría menores de edad durmiendo al aire libre en algunos negocios de aquel lugar.
Durante varios días pudimos ver la misma situación, hay en un lugar donde a diario amanecen alrededor de siete u ocho, desprotegidos, sin nada que los cubra, sin una sábana, en el piso, se pueden ver desde la calle, en una parte vimos uno durmiendo hasta con un limpiabotas en la mano, como si cuando acaba su trabajo nadie lo espera, no tiene donde ir, ese caso nos dio mucha pena, ese es un verdadero drama humano.
¿Quién se condolerá de esta triste situación?
Mi esposa muy preocupada por esto, me dijo que debemos hacer algo, hablar con algunas personas e instituciones que traten de resolver de inmediato esta problemática, de hecho ya ella comenzó.
Hay que indagar quienes tienen el deber y la obligación de sacar a estos pobres niños de esa triste realidad, de ese gran peligro, es necesario también saber por qué duermen allí, si no tienen padres o familiares que se ocupen de ellos, y si los tienen obligarlos a que los recojan, si no, a la policía, la justicia y CONANI que resuelvan este problema.
¡Increíble que todavía en estos tiempos hayan seres humanos durmiendo de esa manera, y mucho menos menores de edad, que se supone deben estar estudiando!
¿Cuántas barbaridades habrán ocurrido con estos pequeños?
¿Cómo actuaríamos si fueran de los nuestros?
Por Dios, por la sociedad, resolvamos esto de una vez y para siempre, el señor y el pueblo nos lo agradecerán, de lo contrario, todos seremos perjudicados con lo que cosecharemos de esta situación, porque es casi seguro que obtendremos grandes delincuentes.