POR IMAEL BAITSTA
Las enfermedades cardiovasculares encabezan el listado, entre todas las dolencias, como causa principal de muerte en el planeta tierra, siendo la hipertensión arterial el principal factor de riesgo para el advenimiento de estas patologías.
Para una mejor compresión de estas líneas, debemos definir qué es factor de riesgo cardiovascular: son aquellos elementos causantes o que aumentan las posibilidades de una enfermedad del sistema cardiovascular.
Son diversos los factores de riesgos cardiovasculares: el sedentarismo, fumar, colesterol y glicemia elevados en la sangre, entre otros, los cuales suelen actuar solos o combinados. Cuando actúan en combinación atacando el individuo, sus efectos deletéreos se desarrollan temprano en la vida y la intensidad del daño es mayor.
La hipertensión arterial, como factor de riego principal, es una entidad clínica que al manifestarse en el individuo, no presenta síntomas, ni es simuladora de otras enfermedades. Es asintomática y el daño cardiovascular lo provoca silenciosamente.
La expresión clínica de la hipertensión arterial son las complicaciones que resultan del daño vascular provocado a órganos vitales. No esperen de la hipertensión arterial, como sucede en otras enfermedades, signos y síntomas. Su expresión clínica son las complicaciones.
Las complicaciones de la hipertensión arterial se presentan en formas agudas y crónicas. Las presentaciones agudas son las causas más frecuentes de muerte repentina o muerte súbita. Ejemplos ilustrativos son los síndromes coronarios agudos (infarto agudo del miocardio, trombosis y derrame cerebral) y, las crónicas, insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal.
En cualquiera de sus expresiones clínicas, el impacto de las complicaciones cardiovasculares de la hipertensión arterial, se pueden definir de catastróficos, tanto para el individuo, la familia y la sociedad. En el individuo, como resultado de las injurias o agresiones a órganos nobles o vitales como el corazón y el cerebro, las secuelas o lesiones permanente que resultan, son causantes de limitaciones mentales, físicas y funcionales que afectan grandemente la calidad de vida de los afectados, con grandes limitaciones en el quehacer cotidiano, lo que en gran medida imposibilita parcial o totalmente la reinserción del individuo-paciente a la dinámica de la sociedad.
VIACRUCIS
Pero resulta que el individuo que solo padecía de hipertensión arterial, y que ahora pernocta en una silla de ruedas por los daños cardiovasculares causados por la hipertensión arterial, tiene colesterol alto en la sangre (hipercolesterolemia), también es diabético y finalmente le agregaron el diagnóstico de insuficiencia cardiaca.
Es un viacrucis recorrido con una pesada carga de enfermedades cardiovasculares, en la que la familia tiene que jugar su rol en los cuidados que necesita el multienfermo y en el costo, en término económico, que significa el tratamiento farmacológico para varias enfermedades crónicas que tendrán prescripciones de fármacos de por vida. También son valorables en términos sociales y económicos las consecuencias del daño permanente de las complicaciones cardiovasculares provocadas por la hipertensión arterial y otros factores de riegos cardiovasculares que tienen implicaciones relevantes en el área laboral y en la inhabilidad para trabajar de que son objeto estos individuos, por lo que en gran medida representan una carga para la familia la sociedad y el Estado.
Es un panorama social de impacto devastador en términos humanos y sociales, en el cual las autoridades del Ministerio de Salud y el sector salud en general, deben de asumirlo como un gran desafío de salud pública, por la alta incidencia y prevalencia de las enfermedades cardiovasculares, que están ocasionando alto niveles de morbilidad-mortalidad a la población dominicana de todas las edades.
Es perentorio iniciar la elaboración de políticas sanitarias que impacten positivamente en la reducción de muertes por causa cardiovascular. Es por ello que nos surge la interrogante: ¿por qué no lanzar un programa de prevención y reducción de las muertes causadas por las enfermedades cardiovasculares?
Sí, es posible un nuevo plan, porque hace años que el Ministerio de Salud ejecuta programas para la reducción de la mortalidad materno-infantil.
SUGERENCIAS
Finalmente me propongo sugerirles, a los lectores interesados en mantener salud cardiovascular óptima y a bajo costo, algunas de las conclusiones a las que arribó el XIV Congreso Internacional de Cardiología, organizado por ACEIS (Asociación de Cardiólogos Egresados del IDSS), con el epígrafe de Impulsando la Salud Cardiovascular Ideal. Son los siguientes:
1- Dieta saludable.
2- Practicar ejercicio regularmente, 180 minutos semanales. No al sedentarismo.
3- Mantener el colesterol en sangre por debajo de 200 mgs/ml
4- La glicemia o azúcar en la sangre por debajo de 100 mgs/ml
5- La presión arterial sanguínea por debajo de 140/90 mm de hg
6- No fumar
7- Uso moderado de alcohol y control del stress.