Las elecciones municipales celebradas el pasado 15 de marzo fueron procesos obvios del relevo generacional en el contexto político de la República Dominicana. Una pléyade de jóvenes obtuvo el mayor número de las posiciones municipales en todo el territorio nacional.
Igualmente se proyecta, en las elecciones extraordinarias del próximo 5 de julio, puesto que los principales candidatos en la carrera presidencial, al decir de los sondeos, son jóvenes que pertenecen a una nueva generación de políticos. Igualmente sucede en el plano congresual.
En este orden, y de algún modo, hay que asumir que el candidato presidencial de una organización política representa un liderazgo en el sector, tiene muchedumbres que apoyan su agenda político electoral, con el tiempo puede crecer, al obtener la presidencia de la República, es lo que casi siempre ocurre.
Al respecto, siempre se ha expresado que los líderes, “no nacen, se hacen”. Es decir, el líder no tiene un condición innata o genética en la generalidad de los casos; pero hay individuos que cuentan con una personalidad que influye y empatiza con los demás, aunque muchos no lo perciben, es un indicio cualitativo para ser líder. Platón nos anima a conocernos a nosotros mismos.
Ahora bien, un prospecto al liderazgo político debe cultivar el talento latente que cada individuo tiene el. Con esfuerzo, persistencia, autodisciplina y determinación y, sin perder de vista el menor detalle del trabajo que realiza, abre las puertas del camino a un liderazgo sólido.
En su legado a la humanidad, Martin Luther King dijo: “todo el mundo puede ser grande…porque puede servir. No hace falta un título universitario para servir. Solo hace falta un corazón lleno de gracias. Un alma creada por el amor”.
En el marco de esta filosofía, trabaja el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, en medio de la implacable pandemia viral que afecta la República Dominicana.
Pandemia que, en medio del proselitismo electoral ha impactado los puntos vitales de la economía nacional con su consecuente repercusión deletérea en el sistema sanitario y la dinámica de la sociedad.
Creando de esta manera, una situación social que ha puesto a prueba, no solo las ejecutorias de gobierno, sino también la capacidad de reacción y la sensibilidad social y política de los candidatos presidenciales, principalmente
En este contexto vale resaltar que las crisis de cualesquiera indoles que sean, constituyen amenaza para la estabilidad y el desarrollo de los pueblos, por lo tanto, es necesario la elaboración inmediata de un plan estratégico de acción para enfrentarla y superarla.
Por ello, hay puntualizar que los pueblos en situaciones de crisis no buscan un excelente orador o un laureado con títulos universitarios, buscan un hombre pragmático.
Es el perfil del candidato presidencial que el pueblo dominicano elegirá en las próximas elecciones nacionales.