En medio de la intensa carrera política que sigo, hago una parada para expresar sentimientos por la partida de La Verdolaga.
No conocí personalmente a ese joven, el cual se hizo famoso a través de las redes, llegando su nombre y figura a estadios internacionales.
Su espíritu competitivo, sin miedo ni complejos, y su personalidad extrovertida y agradable, le granjearon la atención de cientos de miles de personas.
De La Verdolaga, recuerdo con gratitud su sencillo esfuerzo por aportar a nuestra candidatura, haciendo un video expresando su simpatía e intención del voto hacia nosotros.
Hoy, lamento su partida a destiempo, la cual ha causado profundo pesar entre la comunidad, que llegó a apreciarlo y disfrutar de él.
La misma pandemia que La Verdolaga nos ayudó a combatir emocionalmente, al hacernos reír, al permitirnos disipar nuestra tristeza, fue la que pasó factura a esta joven vida.
Que Dios acoja en su santo seno al siempre alegre "La Verdolaga".