La laguna Rincón o Cabral es el cuerpo de agua dulce más grande de la República Dominicana. Según la ley de áreas protegidas (204-04) le da la categoría de Refugio de Vida Silvestre (Categoría IV), la misma tiene una extensión de 58.5 kilómetro cuadrado (Km²), en su entorno están ubicados los pueblos del municipio de Cabral, municipio de El Peñón, comunidad de la Lista (estos de la provincia Barahona, Distrito de Mena (provincia Bahoruco) y el municipio de Cristóbal (provincia Independencia), así como los pecadores del municipio de Fundación y el Distrito de Pescadería que hacen vida en la misma.
Las familias de estos pueblos de generación en generación históricamente desarrollaron su vida a través de la pesca y de la explotación agropecuaria en los terrenos periféricos, siendo por muchas décadas el principal sustento familiar.
Causas que aceleraron la desaparición de Laguna Rincón
En las últimas tres décadas los recursos existentes en este ecosistema se han visto diezmados, amenazados, en peligro y otros han desaparecidos como fruto de una mala práctica en su explotación y uso (sobre explotación) y por los eventos hidrometereológicos acaecidos en el país y en la región.
En el 1998 el huracán George provocó grandes afectaciones en el país y de manera muy específica en la vertiente sur de la cordillera central, como fruto de ese evento fueron arrastrados hacia la cuenca baja millones de toneladas de sedimentos, de los cuales una gran cantidad fueron depositado en el fondo de ese cuerpo de agua, así como la destrucción de las infraestructuras de control existentes en el Rio Yaque del Sur.
Las tormentas Noel y Olga ocurridas en el país en el año 2007 depositaron grandes volúmenes de sedimento en ese cuerpo de agua y el Lago Enriquillo. Con esos eventos terminan de colapsar los sistemas de control en el Río Yaque del Sur en la cuenca baja (compuertas Caño Trujillo y Dique de Mena), así como las obras de regulación en la propia laguna (compuertas Caño Lucas y compuertas de Cristóbal), penetrando el rio de manera directa por varios puntos hacia la Laguna y dejando grandes volúmenes de sedimentos hasta convertirla en un plato llano como está hoy en día y perdiendo su capacidad de almacenamiento de agua.
Este cuerpo de agua tiene la capacidad de almacenar unos 66 millones de metros cúbicos (m³) de agua, pero fruto al depósito de sedimento por los fenómenos atmosféricos indicados esta ha reducido su capacidad de almacenamiento por debajo de un 50% convirtiéndose en un plato llano. Sumado a la situación planteada en los párrafos anteriores está la expansión agropecuaria en los terrenos circundantes, actividad que para su explotación utiliza casi en su totalidad la poca agua que cruza por el Dique de Mena y la quema de los Eneales y Carrizales de manera frecuente, lo que provoca su vulnerabilidad y la desertificación del embalse.
Durante los últimos tres años se ha presentado en la región una sequía muy acentuada y de manera muy específica en las cuencas del Río San Juan (presa Sabaneta), cuenca del Rio Yaque del Sur (presa Sabana Yegua) y en la cuenca del Bahoruco Oriental (el Limo, Monteada Nueva, Cortico y la Hoz). Estas son las cuencas que aportan los volúmenes de agua que mantienen en equilibrio este ecosistema. Además del paso por la región de fenómenos atmosféricos importantes que aporten grandes lluvias.
En las estribaciones del Bahoruco Oriental que drena hacia la Laguna Rincón o Cabral es muy acentuado las actividades de deforestación, el conusquismo (tumba y quema) repercutiendo de manera directa en la disminución de las aguas subterráneas que alimentan este ecosistema y aumentando los volúmenes de sedimentos arrastrados hacia su lecho. A esto se suman las actividades de explotaciones mineras a cielo abierto de la empresa Khoury Industrial, todo ese pasivo ambiental es arrastrado a la laguna para seguir contribuyendo con la desaparición del cuerpo de agua.
Esta carencia de aporte de volúmenes de agua por tanto tiempo y sumado a los grandes depósitos de sedimentos y a las altas temperaturas que acontecen en la región provocan un déficit hídrico que ha repercutido con la situación calamitosa que presenta la Laguna Roncón o Cabral en la actualidad.
El autor: Es Ángel Peña, ingeniero agrónomo y presidente de la Sociedad Ecológica de Barahona (Soeba)