"Dondequiera que el arte de la medicina es amado, también hay un amor a la humanidad". Hipócrates.
Lo primero que debo aclarar en este escrito es, que no tengo nada contra los médicos por el contrario admiro y valoro el arrojo y la dedicación de médicos que conozco, que son muchos por lo que no puedo escribir sus nombres, porque se me escaparían muchos de ellos, esos que si hicieron un juramento hipocrático real.
El lunes en la mañana me presenté a la emergencia de la Clínica Santo Tomás con una de mis hijas que estaba haciendo fiebre de hacia tres días, el portero me preguntó que donde iba, le expliqué que es mi hija, me preguntó que tenia, le dije que fiebre, de manera muy amable me envió donde una medico internista, porque ellos no están recibiendo pacientes febriles.
La verdad no entendí nada, porque he de suponer que los médicos son para salvar vidas y atender en sentido general los problemas de salud, porque si voy a sembrar la tierra evidentemente que no buscaría al medico, sino al agrónomo, pero no obstante eso fui donde la internista, ¡vaya sorpresa¡ ella tampoco está atendiendo pacientes febriles, aunque me justificó que no tenia los equipos o accesorios para atender esos tipos de pacientes, pensé entonces por dentro de mi, tendré que llevarla a la regional de agricultura a ver si la atienden, a lo mejor con un agrónomo me va mejor, quizás me diga cual es el problema.
La situación de nuestro país es bastante critica, los hospitales han colapsado, pero cuando vamos a los hospitales peor aún, solo encontramos desesperanza y frustraciones, hace apenas dos días perdí un hermano por Covid-19, cuando otro hermano fue a identificar el cadáver, en ese instante habían 6 muertos más por la misma enfermedad, o sea 7 con nuestro pariente, encima de eso también hay que hablar de la irresponsabilidad de nuestros conciudadanos que no dejan de aglomerarse, incluso personas que son positivos.
Lamentablemente si no se toman los correctivos de lugar, vamos a tener muchos muertos por coronavirus.
