En una de mis largas jornadas de trabajo de instalación de lámparas en uno de los sectores populares de nuestro municipio, se nos acerco una moradora y me expreso lo siguiente: “Gracias alcalde, por hacer este trabajo que sabemos que no le toca”.
Luego de aclararle que la iluminación de las áreas publicas es una de las principales responsabilidades de la alcaldía, entre en una profunda reflexión.
Como puede ser que una moradora de avanzada edad no tenga el conocimiento de que algo tan básico, como que la iluminación es parte de las funciones de la alcaldía, eso me llevo rápidamente a la conclusión de que nunca había visto al ayuntamiento ejecutando esta tarea.
Pero el caso de esta moradora no es el único, en cada jornada de instalación de nuevas lámparas, operativos de limpiezas, poda de árboles, remozamiento, llena de asombro a cada sector.
Esto evidencia que nuestro pueblo no tenía el concepto de que es un ayuntamiento y cuáles son sus responsabilidades, porque este se encontraba secuestrado y dedicado únicamente como centro de despilfarro de recursos públicos, para dadivas políticas y propaganda al estilo de la Alemania Nazi.
Con solo poner la alcaldía a ejecutar las tareas que la ley le atribuye ha creado un shock en todo el pueblo, donde han iniciado a palpar el valor real y lo que se puede lograr desde la institución.
Hoy vemos personas, instituciones o comunidades exigiendo soluciones municipales esenciales, algo que durante décadas no veíamos, y que bueno que lo hagan porque esto demuestra que hay donde hacerlo y que en apenas 9 meses se le está dando respuestas a estas.
Aunque existan sectores que prefieran las viejas y nefastas prácticas por beneficios particulares, tendrán que entender que Barahona cambió o como dice nuestro presidente “el país cambió”.
Nada ni nadie nos detendrán, ni tampoco nos distraerán para levantar a nuestro municipio del atolladero a que lo llevaron por años.
El autor es: Alcalde de la ciudad de Barahona
