El Consorcio Azucarero Central (CAC), que opera el viejo Ingenio Barahona (1917), ha decidido expandirse por el sur profundo a contrapelo de decretos, patrones estatales de siembra y de los intereses de los pequeños agricultores desprotegidos, y lo hace con el oscuro aval de autoridades. Baoruco y Pedernales, las más recientes víctimas.
Muy grave. Era lo último que podía ocurrirles a los habitantes de las empobrecidas provincias.
A mediados de febrero, en comunidades de Baoruco, personeros del consorcio dominico-guatemalteco destruyeron sin compasión miles de tareas que los campesinos habían sembrado de plátanos, guineos, yuca, batata y otros productos. Alegaron que son suyas las tierras ubicadas en las comunidades Uvilla, El Jobo, Mena, Santa Bárbara, zona agrícola El Aguacatico y Batey Santana, de la provincia Baoruco.
Ante el bochornoso acto y las protestas de las víctimas y de los grupos organizados de Baoruco, el presidente Luis Abinader instruyó al director del IAD, Danilo del Rosario, para que garantice el respeto a los agricultores y sus sembradíos, y avanzar para otorgarles títulos definitivos de propiedad de sus predios.
Ahora, justo cuando el Gobierno se dispone a ejecutar su ambicioso plan de desarrollo turístico de Pedernales y todo el circuito de la Región Enriquillo, y asegura que incentivará a los productores para satisfagan la demanda de los hoteles, paradójicamente, este sábado 13 de marzo, ejecutivos de la empresa y del mismísimo Gobierno han viajado al municipio, donde, con descaro olímpico, el director del IAD ha anunciado la disolución definitiva del estatal Proyecto de Desarrollo del Valle de Juancho (Prodevaj) para sembrar de caña los terrenos.
Como si fuera poco, ha emplazado a los parceleros a que, en un mes, decidan si se asocian al negocio de la caña, o si se quedan con la siembra de plátanos sin apoyo estatal.
Y lo peor: ha dicho que actúa por orden de Abinader, según asistentes a la reunión.
Un golpe artero, una burla inaceptable que podría provocar mares de protestas sociales, si no interviene el presidente y ordena una rectificación sin dilación. Otro fuego para apagar antes de que se convierta en siniestro.
Ellos, funcionarios y ejecutivos privados, tenían su carta debajo de la manga y, con un cambio de seña a última hora, conforme sus intereses particulares, sorprendieron a la gobernadora, a los legisladores, a cientos de campesinos empobrecidos del sur profundo… a la provincia toda, que esperaba la buena nueva de inversiones cuantiosas para relanzar el proyecto, ahora más necesario por la potencial gran demanda de víveres y vegetales de los turistas que visitarían la provincia.
Los hechos son testarudos. Descubren que el plan del CAC no nació ayer.
El 9 de mayo de 2020, esta columna denunciaba una subterránea labor de persuasión individual a parceleros del importante Proyecto de Desarrollo del Valle de Juancho (Prodevaj), en Pedernales, para que accedieran a la idea de “arrendar” sus las parcelas. Aprovechando su vulnerabilidad y la desatención gubernamental, representantes de los empresarios les prometían dinero y buen futuro. Procuraban un ablandamiento para la firma de un documento que sería presentado al presidente de entonces, Danilo Medina (2016-2020), el cual serviría de soporte a la emisión de un decreto autorizando la conversión. Las diligencias frenaron porque el oficialista Partido de la Liberación Dominicana perdió las elecciones del 5 de julio de 2020 frente al candidato del Partido Revolucionario Moderno, Luis Abinader.
A inicios de enero de 2021, el director del IAD de la ocasión, Leonardo Faña, visitaba el proyecto para negar la versión que corría de boca en boca y garantizar a las autoridades provinciales y municipales, y a los parceleros, que en los asentamientos campesinos AC-530 y AC-511 de Prodevaj “se sembrará de todo, menos caña”, porque –enfatizaba- el presidente Abinader no se prestaría a nada que afecte a los productores. Allí anunció la rehabilitación. No asistieron al acto informal los parceleros que ya habían sido “persuadidos” sobre el supuesto bienestar que le generaría la siembra de caña. https://iad.gob.do/tag/prodevaj/.
El 10 de marzo de 2021, en el IAD había sido celebrada una reunión entre el nuevo director, Danilo del Rosario; el director de Prodevaj, Manuel Gómez, acompañado del administrador Zoilo Pérez Vólquez y el técnico encargado de riego, Juan Manuel Santana y una representación de la gobernación de Pedernales.
El objetivo era presentarle el documento al ejecutivo del IAD porque había sido trasferido a esa institución mediante resolución, pese a su formalización mediante el decreto 668 del 4 de septiembre de 2009. Y, sobre todo, explicarle la situación de estancamiento y la necesidad de restaurarlo. Emocionado, el funcionario alabó las intervenciones y prometió trabajar en esa dirección.
Horas después, llamaba para pedir que la comisión que había asistido a su despacho, le recibiera en las instalaciones de Prodevaj, en Juancho, Pedernales. Y así sucedió. Se apareció este sábado 13, pero con otro guión y un inesperado elenco de actores ampliado que no participó en la anterior reunión. Le acompañaban: el director del Consejo Estatal del Azúcar, César Cedeño; el encargado del IAD de Barahona y ejecutivos del CAC. Fue allí donde, intransigente, anunció el despropósito que, al menos desde el año pasado, cocinaban poco a poco, a hurtadillas de la población.
En su fase inicial, Prodevaj abarcaría 70 parceleros en 18 mil tareas de unas 30,000, divididas en tres fincas de 6 mil, con bloques de 500. En la actualidad, ya son 1,105 los cultivadores que llevan a sus 2,400 reses a pastorear a las parcelas descuidadas. Los terrenos serían irrigados a partir del canal Nizaíto y tres grandes lagunas con modernos sistemas de bombeo y goteo.
El objetivo es beneficiar a decenas de familias pobres de la zona y contribuir a la producción agrícola nacional.
El director ejecutivo del Proyecto de Desarrollo Turístico de la Provincia Pedernales, viceministro de Turismo de Cooperación Internacional, Carlos Peguero, ha reiterado en todos los escenarios donde se ha presentado que el Gobierno incentivará a los productores de la región para que abastezcan los hoteles. Repite el discurso recurrente de Abinader.
Entonces, ¿de dónde salió el desaguisado de disolver un proyecto agrícola vital para una provincia con grandes planes turísticos, pero con productividad agrícola limitada por la aridez de sus tierras y la escasez de agua?
Tomado de Acento