¿Está usted seguro de que esta fruta es amarilla? Será porque no la ha visto a través de los ojos de los animales que los comen en la selva: para ellos, es de color azul.
Primero verde... y después de un delicioso color azul. El plátano ya está maduro. ¿Está usted seguro de que esta fruta es amarilla? Será porque no la ha visto a través de los ojos de los animales que los comen en la selva: para ellos, es de color azul. Científicos de las universidades de Innsbruck, en Austria, y de Columbia, en Estados Unidos, han realizado un trabajo conjunto en el que han estudiado este peculiar cambio de color en los plátanos.
El color azul aparece cuando se degrada la clorofila, fenómeno que se produce cuando madura la fruta. Este fenómeno hace que otros pigmentos se hagan predominantes en la fruta, al igual que ocurre con una hoja, que se vuelve marrón cuando se retira la clorofila al llegar el otoño. En el caso de los plátanos, el color resultante es un azul intenso si se aplica una luz ultravioleta.
Ahora bien, ¿cuál es la causa por la que el plátano adquiere este color? La solución más obvia lleva a pensar que intentan atraer a los animales que los consumen para que sepan que ya han alcanzado la madurez.
Sin embargo, al ser el plátano un fruto partenocárpico, es decir, que no tiene semillas, por lo que la planta no se beneficia de que el fruto sea consumido. Por otro lado, ¿para qué producir un fruto sin semillas si no tiene función reproductora?
La solución más probable es que en un estado evolutivo anterior el plátano se reproducía por semillas, pero que al cultivarse en un clima estable y tropical evolucionó hasta reproducirse únicamente por chupones de sus raíces.
La planta perdió las semillas en su fruto pero no dejó de producir el intenso color azul, una llamada de atención que grita a los animales:
"¡comedme, que estoy maduro!".