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El Suroeste es la región más pobre del país. Aquí, el analfabetismo, el desempleo, el déficit habitacional, la inversión privada y estatal, poco apoyo a los productores, ameritan de acciones contundentes e inmediatas del gobierno.
Es por eso que al ser anunciado un Consejo de Gobierno para el próximo martes en la zona, los residentes en la Región Enriquillo tienen la mirada puesta en lo que saldrá de ese evento, que será encabezado por el presidente Luis Abinader y donde estarán todos los ministros y directores de instituciones gubernamentales. Se esperan anuncios contundentes, que contribuyan con la solución a la falta de caminos, carreteras, centros educativos, que llegue más protección al productor agropecuario, entre otros reclamos. Hay cosas concretas que no se satisfacen con nuevos anuncios ni fechas indefinidas.
El cese de la extracción de materiales en la zona del Bahoruco Oriental, por parte de la empresa Benfold, la solución definitiva al conflicto entre los campesinos y el Consorcio Azucarero Estatal y la agilización de los trabajos en el proyecto Monte Grande, son tres temas claves a los que el presidente debe darle el frente de manera contundente. Los suroestanos ya no esperan un minuto más y confían que de este consejo salgan las soluciones definitivas.
La información, hasta hoy, de que el martes a las 10 de la mañana el presidente Luis Abinader estará encabezando un Consejo de Gobierno, ha hecho renacer la esperanza, la confianza y la expectativa entre los hombres y mujeres de la zona. Y confían que no serán nuevos anuncios y que, sobre Monte Grande, habrá un compromiso definitivo de que se entregará en el 2022.
Reiterar la fecha ya lo hemos escuchado y al ritmo que van los trabajos, la obra no estará para ese tiempo. Los campesinos, enfrentados con el Consorcio Azucarero Central no quieren que se anuncie una comisión para frenar los atropellos de que son víctima. Esperan una decisión definitiva YA. Y sobre el Bahoruco Oriental lo que espera la Región Enriquillo es que se ordene el cese de la extracción de materiales y así evitar la muerte de los ríos que nacen en esas montañas.
La visita del presidente Abinader a la Región Enriquillo tiene que ser productiva y dejar entre sus hombres y mujeres, no solo esperanzas, sino soluciones definitivas e inmediatas.