BARAHONA: La interrogante de si es el presidente Luis Abinader o el Consorcio Azucarero Central (CAC) quien pone las reglas y aplica la ley es una preocupación cuyos alcances se extienden al paso de los días y al fragor de un conflicto que ha estado a punto de provocar derramamientos de sangre en El Aguacatico, de Tamayo.
“En las primeras horas de este sábado se estuvo ´a un tris´ de originarse un derramamiento de sangre cuando los campesinos se dispusieron a morir si fuere necesario, pero jamás permitir que el CAC (que administra el Ingenio Barahona) continúe el cultivo de caña en sus tierras”, dijo el agrónomo Manuel Pérez, dirigente de los productores.
Para los productores agrícolas, según Pérez, sus luchas por evitar que sean cultivadas de caña varios miles de tareas estatales y de la Reforma Agraria iniciaron a mediados de febrero “sin que el presidente Abinader se decida por definir el curso de los acontecimientos acaecidos desde entonces”.
Declaró que el conflicto ha tenido en estos días una concentración en terrenos de la Reforma Agraria asignados a productores, que ostentan los títulos y que llevan hasta 80 años allí junto con sus familias, de trabajar y cultivar plátanos, guineos, limones y otros rubros.
“Los productores agrícolas nos hemos radicalizado. Desde ahora en adelante solo por encima de nuestros cadáveres permitiremos que el CAC siga despojándonos de los terrenos de la Reforma Agraria que deben ser para cultivar alimentos”, dijo Pérez.
En su opinión, las tierras de la Reforma Agraria “no son para seguir agrandando el latifundio cañero de manera inconstitucional e ilegal”.
¿A quién creer?
El vocero de los cosecheros informó que por un lado se desarrolla un proceso de diálogo con una parte de los dirigentes del sector agropecuario, con los cuales se han arribado a acuerdos para superar los problemas “y por el otro el Consorcio atosiga con sus sistemáticas amenazas de despojarnos de nuestras tierras”.
Pérez refirió que los productores agrícolas podrían firmar la próxima semana los acuerdos arribados con el administrador del Banco Agrícola, Fernando Durán; el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olmedo Caba; el ministro de Agricultura, Limber Cruz; y el director ejecutivo de la Unidad Técnica Ejecutora de Proyectos de Desarrollo Agroforestal (Utepda), Eliferbo Herasme.
Dijo que, sin embargo, “con el concurso del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y el director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), el CAC envió sus guardias desde la tarde de este viernes a ocupar nuestras tierras de manera desafiante”.
Fue en ese escenario, declaró Pérez, donde pudo producirse un baño de sangre si los militares no se retiraban porque “o nos mataban o se salían de las parcelas que ocupaban”.
La mediación
Los cosecheros de la zona de El Aguacatico se mantuvieron la noche y la madrugada de este sábado en contactos con Durán, Herasme, Caba y representantes de Cruz hasta que se logró que el CAC desistiera de “provocarnos”.
El agrónomo Pérez insistió en que esa mediación fue la razón por la que los productores desistieran de enfrentarse “con palos y piedras” a los funcionarios y efectivos del Ejército que ocupaban las tierras que, según dicen, les pertenecen.