He perdido decenas de personas, que me importaban mucho y el Covid se las llevó.
No quiero perder más gentes queridas por esta enfermedad.
Se te cuidas y cuidas los tuyos, la pesadilla la podemos detener.
Usa mascarilla, mantén distancia física; si no tienes contra indicación, vacúnate.
Las muertes de esos amigos que esta pandemia me arrancó, han lacerado mi corazón.
Hagamos una campaña a favor de la prudencia; pidamos al Pueblo sensatez y al Gobierno responsabilidad.
Ahora, más que nunca, hace falta elevar la conciencia cívica, fortalecer los vínculos de hermandad entre los dominicanos, que permita que unos cuiden de los otros y que todos cuiden de cada uno; que el Estado asuma el deber de garantizar la vida y la salud de los dominicanos por encima de cualquier otra prioridad, a sabiendas de que cada dominicano constituye un valor, en lo humano y en lo patrimonial, que es necesario preservar por la propia estima de la Nación.
Basta ya de tantas muertes por una enfermedad que podemos prevenirla, ojalá nuestro pueblo no perezca por falta de conocimiento y por falta de responsabilidad de quienes están llamados a dirigirlo, como se sentencia en el capítulo 4.6 del Libro de Óseas, en la Biblia.