Durante varios meses hemos visto y participado en varias actividades que tienen como único fin edificar a las autoridades sobre lo que sería un verdadero ecocidio en el Bahoruco Oriental, que incluye las lomas de Filipinas, Bahoruco, parte del bosque nublado en Cortico, entre otros.
En todo caso, a los ambientalistas Rafael Matos Féliz, Virgilio Gautreaux, Bienvenido, Fabio, Cornielle, entre otros, solo nos anima a evitar que se consumara la muerte del turismo y por ende, se continúe enriqueciendo a un grupo, en detrimento de todo un pueblo. Creo que los ambientalistas nos quedamos cortos, pues, aunque sabíamos del daño a la
montaña, a los ríos y por ende a la población, jamás pensamos que esto trastornaría de forma tan cruel y grosera la paz y tranquilidad del pueblo, a los visitantes y las familias barahoneras.
Lo que se vive hoy en mi provincia, que por demás ha estado reinando con el récord en casos de Covid-19, que de seguro se agravará y aportará más muertes, pues según expertos, el polvillo del carbonato crea un en taponamiento en los pulmones, que hace más vulnerable a un paciente de Covid. En realidad y sin exageración, lo que vive Barahona es un verdadero pandemonio, que tendrá consecuencias económicas, medio ambientales, de salud y hasta psicológicas, pues con todos los problemas que nos abaten, los barahoneros tendremos que vivir encerrados y dejar el malecón a la Belfond y al Estado, para que sigan con el entierro del pueblo y el desarrollo ecoturístico.de Barahona, desde ya olvidémonos de turismo.
Es imposible que podamos traer turistas a Barahona, pues no podrían disfrutar del malecón y mucho menos un crucero podría zarpar en el medio de la polvareda del carbonato.
*El autor de ingeniero agrónomo, ex-alcalde del municipio de Polo.-