Tomado del listindiario.com
En junio pasado, el coordinador del gabinete de agua, ingeniero Gilberto Reynoso, aseguró que el presidente Luis Abinader dejará una impronta importante en el país. Su plan es construir presas sobre los ríos Haina, Artibonito, Yuna, Don Juan y Las Placetas.
El gobernante pretende garantizar suficiente almacenamiento de agua para el consumo humano, animal y el regadío. Loable misión. La aplaudimos de pie. Sin embargo, creemos que en ese plan Abinader tiene que PRIORIZAR la presa Monte Grande, iniciada en febrero del 2014, después de varios picazos y años de espera.
El presidente Danilo Medina prometió concluirla en mayo del 2020, pero no lo hizo. Luis Abinader prometió el 7 de febrero que el 16 de agosto del 2022 Monte Grande sería una realidad. Aunque dice el refrán que, “del dicho al hecho hay mucho trecho”, seguimos confiando en que esta promesa será cumplida. Pero, una información calzada por nuestro periodista Benny Rodríguez, trae intranquilidad y desaliento. Si ciertamente la constructora Andrade Gutiérrez paraliza los trabajos, entonces está lejos de cumplirse el compromiso presidencial.
Monte Grande es el punto clave para el gobierno demostrar que DE VERDAD quiere garantizar al país una gran reserva de agua a nivel nacional. Es la presa que tiene más avanzada. La demás son proyectos en carpeta. En agosto del 2020 Monte Grande estaba en un 60% de ejecución. Faltando un 40% de la obra, con el centro poblado terminado y el restante dinero garantizado por el Banco Centroamericano de Exportación e Importación, no vemos razones para esta “anunciada” paralización.