En muchas ocasiones escuchamos esta expresión por parte de algunas personas y de verdad muchos la dicen y la ponen en práctica, por eso viven de problema en problema con sus más allegados y con sus vecinos, en la vida no es posible hacer lo que nos da la gana, tenemos que entender que la vida es de reglas y que donde terminan sus derechos comienzan los de los demás.
Hacer lo que me da la gana en mi casa implica muchas cosas, pero esas cosas que yo hago pueden afectar a otras personas, principalmente a tu vecino, si bien tu casa es tuya o la pagas eso no te da derecho a que abuses de ciertos derechos que tú tienes, tienes derecho a gozar tu vida en tu casa dentro de lo que es la prudencia y el respeto.
El hecho de que la casa sea tuya o la pagues, no te da derecho a no dejar dormir al vecino con una musica a alto volumen, tampoco te da derecho a quemar la basura en tu patio para que el humo se coma al vecino, no tienes derecho a inundar el patio del vecino de agua de jabón, entre muchas cosas más que van en contra del patrón de lo que seria el buen vivir.
Uno de los graves problemas que se presentan entre vecinos es éste, el de creerse que puedo hacer lo que me da la gana en mi casa, y es que con la última persona que usted debe pelear es con su vecino, el vecino es la persona que de una forma u otra más tu ves, incluso muchas veces lo ves más que a tus propios hijos ya que estos tienden a hacer vida a parte en un tiempo determinado pero el vecino está siempre ahí.
Si ciertas personas supieran lo bueno e importante que es vivir en armonía con los que nos rodean, hasta la vida se le alargara. Si bien es cierto que con el correr del tiempo los vecinos en su gran mayoría han tenido que dividirse con paredes no es menos cierto que esto no se ha debido a situaciones de conflicto, mas bien se ha debido a situaciones de seguridad por la alta tasa de delincuencia que ha surgido en nuestro país.
El hecho de estar separado por una pared no implica en modo alguno que el otro no es tu vecino, pero tampoco que tú puedes hacer lo que te da la gana, en una práctica del buen vivir el vecino es tu familia más cercana, respétalo, que eso mismo vas a recibir
Hasta la próxima, si Dios y ustedes así lo permiten.