Depredación de los bosques de las sierras de Bahoruco y de Neiba con la tala indiscriminada de Guaconejo, árbol con algunas especies endémicas y bajo amenaza de extinción, cuya madera es utilizada para la producción de aceites esenciales que se procesan desde hace años en Haití en la industria de perfumes y jabones.
Denuncias similares a esta se han producido desde hace algunos años, pero ni los ministros ni el personal regional y local de Medio Ambiente ni de las Fuerzas Armadas de la RD, le han prestado atención, señal clara de que conocen "lo que se mueve" con los altos jerarcas y funcionarios dueños del negocio y tal vez, les conviene "dar la callada por respuesta", dejando impune a los culpables y haciéndose sus cómplices.
El movimiento social y ambientalista del país y todo periodista, dirigente gremial o social y todo dominicano que le duela su país, debe salirle al frente a este crimen ambiental y exigir la acción legal, rápida y drástica de las autoridades competentes para frenarlo, apresar a sus actores y someter a la justicia a sus autores intelectuales.
¡Que se sienta el rechazo y el clamor nacional frente a este crimen ambiental!