Esta es una gran interrogante que nos hacemos a diario y motivos no faltan para la misma, porque es de entenderse que entre autoridad y delincuente debe existir una barrera, fundamentado en el rol que debe jugar una autoridad en contra de la delincuencia, máxime cuando tiene el rol de perseguir, aprehender o apresar, instruir su proceso y fallar sobre su culpabilidad o inocencia, vean pues a quiénes me estoy refiriendo : policías, guardias, fiscales y jueces, autoridades fundamentales para garantizar la paz y el orden en nuestra sociedad.
La autoridad es aquel atributo que tiene una persona, el cual está directamente vinculado con el cargo u oficio siendo en todo los sentidos la potestad de dar órdenes, por tener el derecho de hacerlo, la función de una autoridad es ser eficaz en todo el sentido de la palabra, mientras el delincuente es aquel que viola la ley, es decir, aquel que interviene o participa en un delito en calidad de autor o cómplice, como se observa estos deben ser dos polos opuestos y no dos polos aliados.
Muchas son las razones que nos hacen escribir éste humilde texto, porque con una simple auditoría visual nos podemos dar cuenta de que existen autoridades que son delincuentes, que aunque no cometen en todos los casos el delito o crimen de manera material estos se benefician de tales acciones lo que constituye un gran problema en la sociedad Dominicana, más lo peligroso que es ésto para la paz y tranquilidad de nuestros conciudadanos, ésto trae como consecuencia la gran desconfianza entre sociedad y autoridad a tal punto que los ciudadanos se cuidan al dar cualquier información de un delito que estos tengan conocimiento.
Es que no se puede ser autoridad y delincuente al mismo tiempo, tu eres autoridad o eres delincuente una de las dos, esa barrera que debe y tiene que separar a la autoridad del delincuente tiene que ser una regla muy estricta, como decimos comúnmente cada quien en su lado, y debo decir que no es que una autoridad no salude a un delincuente, esto no es ningún problema, el problema viene cuando la autoridad hace o se beneficia de lo que hace el delincuente .
Ah, la sociedad paga sus impuestos para que a ti te paguen un salario y la representes dignamente y tú estas haciendo lo contrario, eso es imperdonable, son de las cosas que la sociedad no debe tolerar, cuando una autoridad es al mismo tiempo un delincuente convierte a la sociedad en una zozobra permanente, pero esto además incentiva la delincuencia porque el ciudadano común y corriente que no tiene una buena formación de hogar lo que dice es lo siguiente: Si éste que es la autoridad lo hace quien soy yo para no hacerlo? Pero además éste no tiene calidad moral para perseguirme.
Señores es lamentable pero es una verdad tan grande como una montaña.
Hasta la próxima si Dios y ustedes lo permiten. Muchos abrazos.