Una institución llamada a ser la antítesis de la ignorancia invita al autodenominado genio de la finanza y la economía a que reproduzca el oscurantismo
BARAHONA: Hasta el momento en que “Mantequilla”, el gurú sabanaboyareno de las finanzas, fue invitado a un centro educativo del nivel Secundario a impartir, nada más y nada menos, una charla de emprendedurismo a los estudiantes de ese centro educativo, el fenómeno “Mantequilla” se ubicaba entre la fe ciega e irracional de sus compueblanos, y ahora también, de otras comunidades, y la alerta de los expertos en finanzas y las alarmas de los analistas sociales del país.
El Estado se había manejado desde la periferia, casi desde fuera, pues en opinión de Alejandro Fernández W., Superintendente de Bancos, no hay manera de abordarlo legalmente porque en el país este tipo de actividad, la de las famosas pirámides, no está tipificado en nuestro código penal.
Y como una manera de no hacer compromisario al Estado dominicano en una actividad que se desarrolla entre la bruma de lo desconocido, del misterio y de la indefinición legal, el funcionario ha reiterado que no quiere que esos recursos se estén canalizando por vía del sistema bancario dominicano.
Ahora resulta que una institución del Estado, el liceo secundario de Sabana Grande de Boyá, vio en el influencer Wilkin García Peguero, (a) “Mantequilla”, a un experto en finanzas, a un exitoso gerente en el arte de multiplicar el dinero, y le cursó una invitación para que les enseñara a sus estudiantes “emprendedurismo” y el espejismo alienante de cómo triunfar en la vida duplicando cifras millonarias en un máximo de 30 días utilizando una fórmula secreta: “2+2=4”.
Increíble. Una institución llamada a ser luz, a ser la antítesis de la ignorancia, a enseñar y hacer ciencia, en un acto de auto negación de su misión invita al autodenominado genio de la finanza y la economía a que reproduzca el oscurantismo en una comunidad que cree que su “iluminado económico” y autodenominado “Einstein dominicano”, le resolverá sus problemas económicos.
Es extraño que una institución que tiene como misión formar seres humanos libres, con capacidad de decisión crítica, que busquen la verdad, y que combinen el trabajo productivo, el servicio comunitario y la formación humanística, científica y tecnológica, se niegue a sí misma llevando a sus aulas la enajenación de sus prerrogativas primigenias.
Si el CEO de 3.14 Inversiones World Wide impartiera sus charlas sobre su supuesto emprendimiento en los barrios marginados de su comunidad natal en donde se conjugan las creencias mágico-religiosas con niveles extremos de pobrezas con las ansias mesiánicas de sus habitantes de que alguien venga y les resuelvan sus más básicas necesidades de existencia, se pudiera, por lo menos, entenderse, pero, que sea en un centro educativo es inaudito.
Intuyo que si de algo sirvió que el CEO Mantequilla impartiera una “enjundiosa” charla de “emprendedurismo” a los estudiantes del liceo secundario de Sabana Grande de Boyá fue para que las autoridades del área impositiva del país aceleraran la decisión de intervenir lo que permitirá conocer el misterio de la llamada fórmula secreta del joven sabanaboyareno Wilkin García Peguero (a) “Mantequilla”.
