China posee alrededor de US$ 1.3 billones de dólares de la deuda nacional de los Estados Unidos. Esa es una gran parte de los US$ 7.6 billones dólares en letras, notas y bonos del Tesoro en poder de países extranjeros.
El resto de la deuda norteamericana de US$29.0 billones de dólares es propiedad de personas en los Estados Unidos o del propio Gobierno. China tiene la segunda mayor cantidad de deuda estadounidense en poder de un país extranjero.
China ha tomado medidas para hacer que su moneda, el yuan, haga la transición a una moneda global. Para hacer eso, China, tuvo que flexibilizar su paridad con el dólar, haciendo que el yuan fuera más atractivo para los compradores y vendedores de divisas en los mercados globales. Sin embargo, el crecimiento económico de China se ha desacelerado a lo largo de los años, disminuyendo sus exportaciones y ralentizando su demanda de bonos americanos.
El Gobierno chino adquiere los dólares a través de las empresas chinas, que los reciben como pago por sus exportaciones, y luego el gobierno lo utiliza para comprar bonos del tesoro americano. No obstante, en la medida que disminuyen las exportaciones chinas, les limita su inversión en deuda norteamericana.
Durante años, la demanda de bonos del Tesoro por parte de China, ayudo a mantener bajas las tasas de interés en los Estados Unidos, permitiendo que el Departamento del Tesoro pida más dinero prestado a tasas bajas, haciendo que el Congreso dispusiera un mayor gasto federal para estimular el crecimiento económico.
Por otra parte, poseer bonos del Tesoro americano ha ayudado al crecimiento de la economía de China. Esto se debe a que la demanda de bonos en dólares eleva el valor del dólar en comparación con el del yuan, haciendo que las exportaciones chinas sean más baratas que los productos fabricados en Estados Unidos, aumentando las ventas de China. Resultado final: al margen de los excedentes del consumidor y productor, la estrategia china de compra de deuda americana fortalece su posicionamiento en la economía global.