Mi esposa me contó hace unos meses, que el nieto mayor de nosotros le expresaba que la vida es difícil, pues uno ahora está con una persona y de repente ya no está ni la volverá a ver. Se expresaba así por perder a un amiguito en un accidente.
Esa historia ha llegado de nuevo a mi familia. El 22 de noviembre mi hermano gemelo Rafael Terrero, sufrió un accidente al caerse en la bañera de su apartamento y le provocó un derrame intracerebral por el fuerte golpe en la cabeza, y estuvo 24 días, mucha tristeza dolor y preocupación que todavía existen en toda la familia amigos y allegados en la clínica Abel González de la avenida Abraham Lincoln hasta llegar a su deceso el 16 de diciembre, después de dos operaciones quirúrgicas y de los esfuerzos del neurólogo Giancarlo Hernández León y el Dr. Aquino y todos sus médicos intensivistas de la clínica.
En ese momento estaba muy nervioso, y con lágrimas en mi mejilla me expresé en Twitter. Mi hermano gemelo Rafael Terrero ha partido estoy devastado él sabe que me gusta escribir pero no encuentro las palabras ni las razones. Que debo hacer manito porque te fuiste dímelo casi un mes en la clínica Dios ayúdame.
Y efectivamente como nos decía nuestro nieto en este caso ha sido un familiar. Cuando un hermano se va, solamente nos quedan los recuerdos, aquellos recuerdos felices que con tanta tristeza recordaremos.
Nuestra mente solo se llenará de esos grandes momentos familiares, cuando un hermano se va una gran impotencia nos acorrala, al no poder hacer nada porque ese hermano vuelva a estar con nosotros. Para poder platicar y hablar, cosas que con ese hermano gemelo no sucederán más.
Cuando un hermano se va queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río. Cuando un hermano se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro hermano.
Todos en algún momento sufrimos la pérdida de un ser querido y nos resulta difícil aceptar que esa persona, con quien compartimos momentos, ya no estará más con nosotros. Aunque su muerte nos entristece el alma y nos deja un inmenso vacío, debemos seguir adelante y recordarla siempre con alegría. Dios dispone hasta qué momento vive el ser humano, de modo que solo debemos acatar su voluntad.
Y si hay una manera de transcender la muerte, es a través del amor, del mucho o apasionado, permanente y tierno amor que guardamos para los que amamos, dándoles desde el dolor más acerbo la esperanza de que la separación definitiva no existe. Sales al encuentro de la muerte y la conviertes en aliada de la vida. Nos dejaste devastados, te recordaremos siempre manito, con tu alegría de siempre y el buen esposo, padre hermano tío y abuelo que siempre fuiste, estoy seguro de que está riéndote con nuestra hermana Loyda Terrero que hace dos años subió a la faz del señor.