Alegan que los mismos utilizan como ventaja el hecho de ser niños, para manipular a las personas y posteriormente asaltarlas. Aseguran que la situación se está tornando incontrolable y que la Policía no se ha manifestado al respecto de manera expresa.
Los residentes dijeron que el grupo que se dedica a delinquir son conocidos como los Pedigüeños, acaparan los establecimientos donde además del asedio de turistas y transeúntes, riñen entre ellos mismos y roban. La mayor preocupación de la clase comercial es que el flujo de turistas disminuya como consecuencia de la situación.
El tema es alarmante dado que los menores haitianos supuestamente, son enviados por sus padres quienes gozan del privilegio de ocupar casas de familias en alquiler de este lado de la frontera.
