SANTO DOMINGO: El país debe capacitarse en inteligencia artificial para colaborar con la industria y a empresas conviene crear departamentos de propiedad intelectual, competencia, consumo.
La protección de la propiedad intelectual avanza, pero todavía no alcanza para llegar a la meta y algunos escollos que eliminar quedan como residuos que contaminan la materia.
En su obra Reflexiones sobre propiedad intelectual, competencia y consumo, Víctor Eddy Mateo Vásquez recorre 168 años de historia de ese renglón, el auge de inventos y la cobertura legal, que define completa pero plantea cardinal “fortalecer legislaciones y adaptarlas a los nuevos tiempos”.
Enumera los 20 convenios ratificados, las dos leyes que dice están a la vanguardia entre comillas, porque entiende que su contenido aunque manejable amerita revisión.
Sostiene que el país cuenta con una moderna norma para proteger a los desarrolladores de variedades de vegetales pero de pobre impacto y poca difusión.
Mateo Vásquez lamenta que la cobija del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes no impacte en el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
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Aboga por que en lugar de múltiples instituciones, los asuntos de propiedad intelectual sean abordados de manera homogénea y con ello evitar la reinante dispersión.
Igual insta a unificar criterios sobre políticas de Estado y honrar así que este es uno de los pocos países de la región que cuenta con una estrategia nacional de propiedad intelectual.
El autor propone un tribunal especializado y evitar así “sentencias absurdas”. Para esto es necesario capacitar a los auxiliares de justicia y a sus administradores. Sugiere del mismo modo una mayor difusión, que el concepto vaya más allá de abogados y de gente de negocios.